El Mundo está en las manos de aquellos que tienen el coraje de soñar y correr el riesgo de vivir sus sueños.- Paulo Coelho

Vuelta al Mundo en Familia (Julio 2011 - Enero 2013)

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El final de un ciclo

Casi un año más tarde

Quizás tendréis curiosidad por saber que sucedió con esa familia a su regreso a Barcelona. Solo fijándose únicamente en el tiempo sin haber publicado la entrada de Nueva Zelanda, nuestra última parada en el camino antes de pisar tierras mediterráneas, os daréis cuenta de la infinidad de sucesos que consiguieron dejarnos sin palabras.

Nunca hubiese pensado que el regreso resultaría tan impresionantemente intrincado. Por un lado el mundo se para a tus pies, regresas al mismo punto de partida donde parece que nada se haya transformado pero por otro lado, nada se asemeja a lo que ya conocías. Como os explicaría, intentar calzaros en nuestros zapatos, cuesta descender de cada una de las vivencias, de ese movimiento asimétrico, constante, emanando, fluyendo en un ir y venir hacia nuevas culturas, hacia lo desconocido, en un conocimiento versátil de las tremendas personalidades que comparten el día a día contigo. Las maletas en ese eterno rodar, que hasta su sonido era compartido como parte del equilibrio en el caminar de forma constante, en ese compartir en familia, en esa unidad tan vivida, los cuatro juntos y cada uno por separado.

Angel & Diana mirando el mar en Nueva Zelanda        La familia al completo

Emitiendo cuatro luces, cuatro colores pero pudiendo al mismo tiempo brillar todos a la vez. No ha sido sencillo encontrar los cuatro puntos cardinales que mantenían a la familia en armonía, de hecho no siempre se lograba. Y ha sido, al mismo tiempo, maravilloso poder conocernos de esta manera tan especial e intensa. Sabiendo, si no bien como al principio, que era una mera creencia y muchas ganas de llevarlo a cabo, sino teniendo la seguridad, de que el amor hace posible seguir cualquiera de los sueños. De que si anhelas algo con fuerza, no queda evaporado a una mera fantasía, sino que luchando por tus ideales y con paciencia vas haciendo camino y la realidad mejora cualquier expectativa esperada.

Marchamos, pero no puedes retroceder en el tiempo, y los momentos transforman a cada uno en un ser diferente del que eras cuando partiste. Te reconoces, te ríes de ti mismo, lloras, te emocionas, todo te deslumbra, compartes vivencias, te desahogas, te pierdes en lo más profundo de tu ser, te sientes comprendido por unos, incomprendido por otros, un extranjero en su propio reino. Te alegras de estar vivo, de sentir este conmovedor mundo, desesperas en la espera al no entender nada, intentando buscar rutinas sin saber dónde hallarlas, ni si realmente las quieres.  Me desconozco.

Disfrutamos, por fin, al descender del continuo movimiento, nos apoyamos en los amigos y en la familia que disfrutan las vivencias y nos apoyan en nuestros desconciertos, en los cambios acontecidos, en las dificultades de una realidad laboral deprimente. Pero al mismo tiempo, seguimos con esa energía que nos dice que cualquier cosa es posible llevarla adelante y por supuesto un viaje así, si algo te abre es a la vida, a luchar ante cualquier situación. Te aporta una visión diferente con esas gafas de ver mágicas que te dan una luz especial y una solución a cada dificultad que encuentras en el camino.

Como siempre, los niños son los primeros en adaptarse pues ellos viven en el presente, de nuevo en su hogar, reconociendo su calidez en ese olor familiar con que goza cada lugar. Deleitándose de nuevo de sus amigos, de su colegio, su familia, con un sinfín de ganas de poder abrazarlos de nuevo y reírse junto a ellos. Y nosotros los adultos, siempre complicándolo todo, siendo un poco más lentos.

–          Mami, yo no quiero ser el niño que ha dado la vuelta al mundo, yo quiero ser un niño normal.- A Ishi se le cerraban los ojos, estaba medio dormido explicándome las batallitas de su escuela.

–          Aita, estoy tan contenta de estar en mi camita de nuevo.- Noa le daba a su aita el último beso de día, el de las buenas noches tras un achuchón, su aita le arropaba.

–          Buenas noches cariños descansad que mañana hay cole.

Charlas a los medios, talleres en los colegios, vivencias compartidas, cenas entre velas, el disfrutar de la delicia de compartir los sabores entre amigos, en familia… Poco a poco íbamos descendiendo de nuestra nube. Si señores ha costado regresar de este impresionante y hermoso camino trazado. El destino nos ha vuelto a llevar de viaje, no hemos podido finalmente quedarnos en España. A Ángel le propusieron abrir un proyecto con Médicos Sin Fronteras en México y la familia ha decidido estar juntos y seguir camino, otra vez será… si el destino lo permite.

De lo terrenal a lo espiritual

Diana bajo el ArccoirisY mientras el devenir de la vida se llevó a una de las personas que más quiero. Mi padre decidió partir, tomar rumbo hacia un nuevo amanecer. Hace tan solo tres meses, Ángel ya en México, los niños y yo afortunadamente estábamos en España, el tiempo no perdona, los días van pasando fugaces, de nuevo encuentras la fortaleza en la familia y en los amigos.

Nos pudimos despedir, unidos, a veces en silencio, susurrando emociones, sentimientos, medias sonrisas, ternura, lagrimas velándole cada uno de los tres días que retraso su viaje hacia el mas allá.  En esa dificultad de dar un último adiós a una persona tan especial, tan vivida, tan dulce, tan querida.

–   Descansa papi, te siento cerca y te echamos muchísimo de menos al mismo tiempo, mil gracias por cada momento compartido, por ser como eres, por todo tu cariño, por ese amor incondicional, por mostrarnos el mundo, por abrirme los ojos, por abrazarme cuando más lo necesitaba, por educarme, por tus sabios consejos, por darnos la vida.

–   Un enorme y fascinante abrazo de oso allá donde estés.

–   Lo siento, perdona, gracias, te amo…Te quiero papá, hasta pronto.

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Nueva Zelanda, nacida en la tierra de los sueños

Nueva Zelanda es un archipiélago de islas fértiles y montañosas del sudoeste del Pacífico. «Es una tierra elevada hacia lo alto»

 Abel Tasman, navegante holandés considerado como el primer europeo que divisó Nueva Zelanda, en 1642.

 “ He aha te mea nui o te ao he tangata”

IMG_1342Durante esos días y desde nuestra llegada a Nueva Zelanda toda la familia se hallaba de nuevo en un sinfín de fogosidades que se hacían notar en cada momento. Habíamos tenido una última reunión familiar en la que nos pusimos de acuerdo en que tras conocer un poco más de estas hermosas tierras regresaríamos a casa. Ummm! Esa casa, ese hogar, los amigos, la familia que nos esperaba con ganas de estrecharnos en un abrazo silencioso que ya lo dice todo, y tras el vendrían cien mil vivencias que explicar, anécdotas experimentadas a lo largo del camino en esa increíble, verdadera e intensa vuelta al mundo en familia que nos había cambiado a todos un poquito más.

Dos islas a recorrer, norte y sur, la energía que emanaba de ese parte del planeta se palpaba en cada rincón, la belleza de sus paisajes nos dejaba sin aire y nuestras mentes se dejaban llevar, recorriendo entre sueños distancias imposibles, te rodeaba un aura de olores, todos ellos ligados a una naturaleza emergente, explosiva, llena de vida. Las cumbres nevadas, las costas cortadas por fiordos y los pastizales salpicados de ovejas son imágenes que definen a este país.

Y, como todo, en el continuo aprendizaje te das cuenta que los círculos se cierran a lo largo de los años, lo que creías no entender cobra sentido, lo que empezó como un viaje sin plantearte una fecha de retorno, se convierten en momentos vividos trajinando por este hermoso mundo, espacios de lo más reveladores, instantes que pasan fugaces, durante uno o dos momentos recuperas los sentidos y te das cuenta que fluyes en una misma dirección, donde la alegría y la tristeza, el odio y la ternura, la ignorancia y la sabiduría se encuentran en un límite casi infranqueable. Y vibras en sintonía con cada una de las personas con las que por algún motivo han compartido tu camino. Nueva Zelanda se exhibía descubriéndonos una vitalidad apasionante y donde su gente te hace saborear todo, haciéndote sentir la persona más querida, la más importante, esa familia con la cual compartir pequeños momentos. Coincidiendo con la cultura Maori, en una sus conclusiones más vitales que hemos extraído de nuestro viaje.

–          “ He aha te mea nui o te ao he tangata”

–          “ Lo más importante en el mundo son sus gentes”

Una familia detrás de otra

Familia Mike & Roz

Familia Luis & Nicola

                 Familia Roz & Mike                                     Familia Luis, Nicola, Gaby & Liam

Fueron varias las familias con las que convivimos en Nueva Zelanda, eran por estas fechas muy cerca de las navidades y del fin de año. Donde unos dicen que todo es posible y donde otros tienen un sinfín de ganas de que pasen estos días ligados a momentos intensos llenos de amor o nostalgia. Pero que es la nostalgia sino un sinfín de amor.

Roz y Mike nos transmitieron una calidez exquisita,  los niños recorrieron la casa y sus alrededores en un ir y venir. Un hogar acogedor en cada uno de sus rincones, desde primera hora de la mañana un olor dulce nos acompañaba, ese chocolate siempre presente. Disfrutamos de su compañía, de las conversaciones de sobremesa, el sabor de nuevos platos acompañados en todo momento de un buen vino, la dulzura de su perrita cooker, delicia de los niños. Paseos alrededor de la casa, nos mostraron el rebaño de ovejas y el cuidado y trabajo que conlleva dedicarse plenamente a ello, como se esquilaban, como conducirlas de un cerco al otro. Ishi y Noa en un momento dado se empeñaron en querer coger una y vieron lo difícil que es conseguirlo. Más bien las ovejas consiguieron envestir al niño.

–          Mami, aita, ayudadme, vosotros por el otro lado y yo por este.- Ishi corría como loco detrás de ellas, y estas veloces lo esquivaban sin grandes dificultades.

Roz tejía con lana unos gorritos muy divertidos, Noa se enamoró de su forma. Roz no tenía tiempo de tejer uno para Noa pero al regresar a Barcelona nos llegó un paquete postal de Nueva Zelanda y ¿adivinar que era?…

Esperamos a que los niños llegasen del cole para abrir el paquete, un pequeño obsequio para Ishi una goma y una regla con motivos Neozelandeses, una ovejita dibujada por Noa con lana de verdad, de la vez que nos mostraron como esquilar a una oveja, la misma ovejita que dejamos pegada a su nevera deseándoles una feliz navidad y agradeciéndoles todo el cariño recibido esos días. Y por último un gorrito rosa pálido tejido a mano, por esas manos tan cálidas que supieron  darnos ese abrazo navideño que cuando estas fuera tanto echas de menos, y que nos hicieron sentir tan en familia como si estuviéramos conviviendo con la nuestra propia.

–          Aita mira que bien me sienta.- Noa tomo el gorrito en sus manos y se lo coloco en un gesto divertido muy coqueta.

–          Gracias Roz, Mike un placer haberos conocido.

Quedaban pocos días para tomar el vuelo de vuelta a casa, los nervios estaban a flor de piel, todo era muy intenso, por un lado las ganas de regresar a tu hogar y abrazar a los tuyos. Por otro, esa realidad presente, el final de un gran sueño llevado a cabo, una sensación agridulce recorría cada poro de nuestra piel.

Noa & Gaby disfrazadasUn último estar en familia, esta vez con amigos  de antaño. Dos días compartiendo risas, anécdotas, preocupaciones, pensamientos y momentos llenos de ganas de estar de verdad. Luis, Nicola y sus niños nos esperaban con los brazos abiertos.

–          Pero serás cabronazo Ángel ¿Cómo no nos dijiste que llevabais ya unas semanas por Nueva Zelanda?, es que hay que ser zoquete.- Luis iba soltando improperios a cada instante.

–          Ummm!, que genial rodearte de amigos

Historias Mitos y leyendas

Covcha de PauaEstábamos recorriendo parte de la isla norte, disfrutando de las costas cuando hicimos un alto en el camino.  Ángel fue a realizar fotografías en la playa y el resto de la familia estiraba las piernas un rato, tras un largo recorrido en coche.

–          Diana, corre mira que he encontrado en la playa, veras que tesoro.– Ángel tenía una medio sonrisa en sus labios.

–          Venga niños vamos a ver que ha encontrado aita.

Una montaña de conchas de paua nos esperaba a la orilla del mar. Nos dispusimos a recoger y a limpiar un sinfín de ellas, se apoderaba de nosotros la magia que guardan dentro, y que los maoris explican de una forma especial.

En el idioma maorí, Paua es el nombre dado a abulón. Sólo es posible encontrarlas en las aguas costeras de Nueva Zelanda. En promedio, una Paua posee alrededor de cinco pulgadas de tamaño, de forma ovalada. Son apreciadas por su carne, considerada un manjar tradicional de los maoríes, los cuales saben sacarle ese sabor marino en una intensidad tal que tus sentidos se deleitan disfrutando de una exquisitez digna de los dioses. En Nueva Zelanda, entre los maorís es costumbre el regalarse  conchas de paua por sus poderes mágicos. Entre las múltiples creencias,  aporta sensibilidad, armonía y conectividad.

Limpiamos las conchas una a una, el mar se iba llevando los restos que quedaban del marisco, y el sol al incidir en el interior de la paua nos mostró el sinfín de colores que se ven reflejados solo en aquellos ojos que están dispuestos a dejarse llevar por su magia y por su leyenda.

–          Mami has visto que preciosas son, ¿nos las podemos llevar todas a casa?.- Noa estaba encantada con el seductor colorido.

Colores vibrantes y difíciles de relatar, iridiscentes, vibrantes en su caparazón. Diferentes tipos de colores y tonalidades, del verde al azul, del anaranjado al rosa, al púrpura y al oro. Tradicionalmente los Maoris las utilizaban en sus obras de arte, resaltando los ojos de sus creaciones, reflejando la ira que representa a los ojos de los guerreros con conchas de rojizos colores. Muchas artesanías contemporáneas y tradicionales de Nueva Zelanda han hecho amplio uso de las conchas Paua también. Existe toda una tradición de su uso en el arte y la artesanía, siendo una parte indispensable de la elaboración de joyas en Nueva Zelanda.

Cuando hablo de las conchas Paua, no es sólo su belleza lo que viene de nuevo a mi mente, aquello que atrae a la gente, son los beneficios físicos y emocionales que se supone que se otorga a Paua. Los Maoris creen fervientemente en su magia, en su poder de reforzar el cuerpo, así como el corazón, llegando a tu espíritu. Si una persona lleva conchas de paua, es capaz de expresar sus sentimientos mostrando su ser, fluyendo en el mismo sentido de la naturaleza, dejándose llevar por su alma más pura. Creen que aportan sensibilidad, armonía y la conectividad en las relaciones. En el interior de la concha del abulón podemos disfrutar de un sinfín de arcoíris de colores, representando que la belleza de vivir la vida la encuentras sutilmente en los numerosos cambios que llegamos a experimentar todos los días, cada mes, durante el año y a través de las décadas.

Incluso las pelotas tiene una historia

Estatua Homenaje al RugbyEl rugby juega un papel especial en la conciencia nacional neozelandesa. Los “All Blacks” son su mejor representante. Recuerdo desde niña el escuchar hablar con admiración de este equipo. El poder ver insitu ese sentimiento neozelandés me hacía recordar todas mis vivencias ligadas a este magnífico estilo de vida. Fue increíble

poder vivir ese mes rodeada de nuevo de un ambiente tan intenso ligado al Rugby. En mi familia se ha saboreado de forma especial este deporte, y eso que en España no es uno de los más practicados. Pero mi padre nos inculcó a todos un gran amor y respeto por el deporte y en particular por esa pelota con forma elíptica tan diferenciada de las demás. Solo cerrando los ojos consigo oír su voz, pasándonos la pelota y haciéndonos sentir dentro de un gran partido, acudiendo a la Foixarda, el campo municipal de Rugby en Barcelona.

–          El rugby chicos, es un deporte de trúhanes jugado por caballeros, que nadie os haga pensar lo contrario.-  Los cuatro hermanos corríamos de un lado a otro del campo entre pases, melés y placajes al son de lo que su voz llena de pasión pautaba.

Eran numerosos los sábados que le acompañábamos a jugar alguno de sus partidos ya como veterano. En el rugby es característico el respeto por las reglas, tanto por jugadores como público, fomentándose la sociabilidad entre los compañeros de equipo y oponentes, con una cordial reunión después de los partidos denominada tercer tiempo, en la que también participaban los árbitros, los entrenadores y parte del público. Al final era como salir con una gran familia. Por supuesto, mi hermano Dani sigue practicando ese deporte y seguro que alguno de los nietos seguirá la pasión de su abuelo.

Fue mi padre, ese ser tan especial para todos nosotros quien nos enseñó a jugar con aquel balón oval, nos hizo crecer con ese gusanillo del rugby y lo más importante, una forma de vida, asociada a unos valores muy propios, llenos de pasión por seguir adelante, marcándote de forma constante en cada paso que das, e inculcándolos siempre sin darte cuenta al darse una mínima oportunidad.

Ishi pateando–          Esa va por ti papa.- dije gritando al viento

 –          y este por ti abuelito.- Chilló Ishi pegando fuerte a esa mágica forma ovalada, la pelota voló rauda en una elipse perfecta dibujando en el cielo un abrazo de oso de esos inmensos en los que mi padre solía envolvernos con un sinfín de amor.

Ya de regreso,… solo una cosa más…

Ese paisaje hermoso que nos rodeaba no cesaba de traer una energía envolvente que sin proponérnoslo nos serenaba y nos llevaba de nuevo a valorar este mundo infinito con plenitud. Que grato ese despertar la conciencia y sentir con orgullo todo lo acontecido. Verse rodeado de cada uno de sus momentos en esos infinitos olores, desde los más exóticos a los más comunes, en su amplia gama de colores desde el más fluido al más intenso y estimulante, del más cálido al más frío y apagado. Que belleza, que gozada, que apasionante poder haber disfrutado de esta vuelta al mundo, nuestra vuelta al mundo en familia.

De nuevo mirando hacia atrás y hacia adelante al mismo tiempo. Que caprichoso el ser humano, nunca quedando contento del todo, afianzándose a ese pasado y proyectándose al futuro.

– ¿Y ahora que Diana?, ¿Qué haremos al llegar a Barcelona?.- Mientras que nosotros dialogábamos en un intentar poner cada pieza en su lugar, pasando de pasado a futuro, en un sinfín de ideas nuevas. Ishi y Noa jugaban persiguiéndose en un campo de césped.

La familia en el Glaciar Franz JosefQue ventaja el ser niño!!!  y el poder gozar del presente sin tener el repiqueteo constante de pasado y futuro. Que delicia quien disfruta de su alma de niño, de ese ser interior que te mantiene en el mismo instante vivido en cada uno de sus estados emocionales.  

–          Ummm! No sé qué será será, dejémonos fluir como en el resto del viaje, ¿no nos ha ido mal, no crees?

–          Si, tienes razón, veremos que nos ofrece la vida.

Compartir las vivencias con vosotros ha sido aún más increíble, mil gracias por vuestros escritos, por vuestras respuestas, por la inquietud de querer leer un poquito más, de dejaros llevar y conocer a través de nuestros ojos, de disfrutar de la visión de esas imágenes captadas en cada uno de las experiencias. Un gran abrazo de oso de esta inquieta familia trotamundos.  

–          Si, un grandísimo abrazo de oso, mucho amor y un poquito más, vivid con intensidad, con sinceridad, con emoción y hacer realidad vuestros sueños…. 

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Australia, grandes espacios, toda una caja de sorpresas

Canguro, símbolo de AustraliaEl auténtico viaje es aquel que sabes cuándo empieza pero no cuando acaba. La limitación temporal del viaje es pensar en el regreso desde el inicio, lo cual nos implica no disfrutar del mismo en su plenitud. Cuando iniciamos el viaje, más que esperar que fuese largo, esperábamos que estuviese lleno de descubrimientos y emociones, lo cual nos llevase, a ser posible,  a aprender un poco mas de él en su movimiento, en todo su esplendor. De su gente y su cultura mediante su calidez, su proximidad, percibiendo a través de las palabras y el lenguaje corporal, a los nuevos amigos. Llenos de curiosidad hemos ido avanzando e intentando compartir una puerta de entrada al mundo, una puerta de entrada por la que nuestra familia ha ido pasando a través de muchos momentos, sintiendo cada uno de ellos y haciéndolos presentes. Esperando que a través de las líneas que van surgiendo y de las fotografías seleccionadas os podamos trasladar aunque sea por unos instantes  a una serie de diferentes espacios en los que cualquier viajero inicia camino.  

Australia es una isla continente inmensa, del tamaño de Europa, diferentes franjas horarias y gran variedad, tanto en el clima, en sus paisajes como en su gente. Digamos que hemos conocido un terroncito australiano.

Darwin, una mirada desde las antípodas

La ciudad de Darwin para nosotros fue un espanto, no se exactamente como fue lo de elegir aterrizar en esa ciudad de las antípodas, a no ser que era el punto mas cercano de Australia al que aterrizar desde Singapur. El calor exagerado y absolutamente pegajoso, el hostal donde nos hospedamos que tampoco ayudó demasiado. La juerga nocturna y las peleas callejeras eran un constante y la inadaptación que palpabas al observar a los aborígenes australianos caminando desangelados por las calles nos apresuró a decidirnos pasar solo esa noche y tomar camino hacia un entorno rodeado de naturaleza.  Noa e Ishi ya dormían, no teníamos conexión desde la habitación  y bajamos a la recepción del hostal donde podíamos acceder a uno de los ordenadores del local con intención de contactar con la familia y organizar una visita al Parque Natural de Litchfield, cuando…. de repente, una serie de gritos….

–          Disculpen las molestias pero tenemos problemas con unos clientes que han bebido más de la cuenta y no sabemos si podremos  controlarles, mejor que se vayan a las habitaciones.– Los gritos aumentaron y un tipo sin camiseta y con cara de pocos amigos bajaba rodando por las escaleras seguido de otro atacante.

Por supuesto, el tiempo que estuvimos en la ciudad fue de lo mas breve así que no dudo, que el lugar no este dotado de encanto, simplemente nuestra visión en esta ocasión esta totalmente sesgada por los acontecimientos que se sucedieron, los cuales cambiaron radicalmente al llegar al Batchelor  Butterfly Farm, nuestro hogar por unos días en el Litchfield National Park.

Litchfield National Park, agua, fuego, tierra y aire

El ambiente en ese lugar estaba lleno de encanto, en la entrada de la granja, escrito sobre una gran mariposa de madera colgada en una de las paredes podías leer.

Batchelor  Butterfly Farm“Worry when the time comes, most worries are future based they resolve around things that in most cases will never happen. Concentrate on the present and the future will take care of itself. Come on and see me, make me smile”

“Preocúpate cuando toca, la mayor parte de las preocupaciones están basadas en el futuro en torno a cosas que en la mayoría de los casos nunca pasarán. Concéntrate en el presente y el futuro vendrá dado por sí mismo. Venga mírame, hazme sonreír”

La familia que la regentaba había conseguido aportar a la granja un lugar donde el descanso, la armonía  y la posibilidad de visitar la naturaleza creaban el ambiente ideal donde hospedarse. La mañana era agradable, la frescura de las primeras horas compensaba las elevadas temperaturas que hacían que el resto del día un sudor permanente recorriese de forma constante tu piel. El Parque Natural de Litchfield en sus variadas formas, exuberantes bosques, el descenso del agua en sus cascadas, la ingeniosa construcción de los termiteros que sobresalen de entre las matas, un parque lleno de historia y culturalmente rico.

Termitero en Litchfield National ParkLos termiteros nos asombraron en su color, su inmensidad, su construcción, parece increíble que seres tan diminutos sean capaces de crear estructuras arquitectónicamente tan desarrolladas. Los animales en Australia nunca dejan de sorprenderte. Ya en Darwin visitamos una de las playas cercanas, ilusos, con nuestros bañadores preparados y los carteles y el aspecto desolado de la playa nos pararon los pies.

–          Caray con este cartel!!!, entre tiburones, medusas venenosas, corrientes marinas, y posibilidad de cocodrilos de agua salada, no hay quien pueda decidir bañarse con tranquilidad, a una se le ponen los pelos de punta.- Toalla en mano, un calorazo de espanto y leyendo un cartel al que no dábamos crédito.

–          Si, sería mejor que pusiesen algo así como “Peligro, animales sueltos”.- Dijo Ángel.

En el parque natural seguíamos comprobando que los paisajes Australianos están repletos de belleza y de terror. Das con animales espectacularmente diferentes, que te fascinaran en sus encantos y al mismo tiempo darás con aquellos  más peligrosos y mortíferos que harán que te pienses dos veces el meterte de nuevo en las cristalinas aguas.

–          A ver aita pero que dice aquí, “swiming zone”, no significa zona de baño, entonces porque dice aquí “Cocodrile management zone” (zona de manejo de cocodrilos), si nos podemos bañar será que en esta poza no hay cocodrilos, nooo?.- Ishi no dejaba de estar fascinado con la cantidad de carteles en los que se anunciaba, peligro zona de cocodrilos.

–          Bueno, en realidad aquí dice que cuanto más subas por el curso del rio, menos posibilidad de encontrarte con ellos, y de que en esta fosa y esta época del año normalmente no tendrían que estar aquí.- Ángel leía asombrado intentando dar confianza a Ishi para que nos diésemos un bañito, el calor volvía a ser asfixiante.

Y de nuevo durante estos días nos volvimos a dar cuenta de que la naturaleza te conecta sin mas con tu yo mas intimo. Los adultos se relajan, los niños disfrutan, y el ser humano vibra teniendo cerca los cuatro elementos agua, tierra, fuego y aire.

Formas entre las nubes

Nubes en MelbourneLa imaginación es una de las cualidades más hermosas que podemos poseer, dejarnos llevar por sus sinsentidos, en un trazado increíble donde la línea mas recta se bifurcara hasta el infinito recorriendo caminos llenos de color donde la diversión y la aventura están aseguradas. Líneas curvas que se convertirán en divertidos animales, en mensajes solo descifrables para ojos expertos o para aquellos que se dejen llevar por esa maravilla de poder creer que cualquier situación es posible, donde las ranas llegan a ser príncipes, los mendigos sacian su hambre, los avaros reparten, y los sueños se persiguen hasta hacerlos realidad.

–          Me encantan esas nubes tan esponjosas, queréis que juguemos a descubrir sus grandes secretos?.- Quedaba todavía una hora en coche, y el ajetreo típico de dos hermanos peleando por cualquier mimería, empezaba a exasperarnos, había que cambiar su rutina o hacer una paradita.

–          OK mami, quien empieza?, me dejas a mi?.- Noa enseguida se apunta a un bombardeo, pero para conseguir que esa energía tan intensa vaya disminuyendo tienes que conquistar a Ishi para que entre en el juego.

–          Esta bien, pero yo soy quien empiezo, veo veo, un gran secreto bajo el caparazón de una tortuga.- Ishi miraba hacia un grupo de nubes que escondían algo parecido al cofre de un tesoro, sobre el cofre distinguías el trazo de una gran tortuga.

¿Como hacer del tiempo un pasatiempo?

Nos despedimos del parque natural en el que habíamos encontrado un poquito de frescura, en ese despertar en la naturaleza. A las 10 AM llegamos a Darwin, otra vez ese calor asfixiante. Dejamos las maletas en la oficina donde alquilamos el coche, nuestro avión no salía hasta la 1 de la madrugada. Y de nuevo ese sinsentido, maletas, muchas horas por delante, una ciudad en la que no vibramos, sin un hogar donde hacer la espera mas llevadera. A veces esos momentos te llenan de ganas de regresar a lo conocido, a tu circulo de amigos, a una casa sin forma de maleta, a un relajarse y no hacer nada.

¿Cómo hacer del tiempo un pasatiempo?, ¿como transformar lo negro en blanco, lo agrio en dulce, lo desesperante en esperanzador, lo oscuro en brillante?. Y precisamente pensando en ello te das cuenta que los contrastes son necesarios, los opuestos son los que te hacen comprender, enriquecerte, crecer, ser consciente al conocer un billete de ida y vuelta en la que la vida te enseña todos sus colores. Finalmente nuestro avión con destino a Sídney despegó trazando una fina línea blanca  en un cielo libre de nubes.

Tristeza en la mirada

Una lucha por la tierra, algo que resulta incomprensible desde el punto de vista de los aborígenes, quienes ya vivían en ella sin esa obsesión de pertenencia. Australia no pertenecía a nadie pero eran muchos los que habitaban esas tierras salvajes en las que se puede apreciar la heroica adaptación del ser humano a un entorno inhóspito. Los aborígenes creen que los ríos, las montañas o las rocas son los trazos labrados por sus ancestros en la época de la creación. Aborígenes que pertenecen a distintos pueblos, una cultura propia ancestral, valores, espiritualidad, reglas sociales y rituales, arte… Una raza digna de admirar, con una historia complicada llena de momentos dramáticos, luchadores incansables intentando dar con una solución en la búsqueda de un futuro justo y lleno de igualdad para todos los habitantes australianos autóctonos y conquistadores.

Mientras se realiza la búsqueda de ese camino, en la actualidad la esperanza de vida media de un aborigen es de 53 años, lo cual representa 25 años menos que la de la media australiana. Por otro lado al nacer aborigen aumenta 30 veces más la probabilidad de acabar en prisión que cualquier otro grupo social así como la marginación social,  la falta de educación, dieta desequilibrada, abuso social, intimidación….

–          Mami esos hombres y mujeres me dan miedo.- Noa miraba a los aborígenes que paseaban deambulando por las calles sin un rumbo fijo, muchas veces hablando solos, acompañados por una lata de alcohol.

Si bien es cierto que los rasgos faciales del aborigen australiano son muy marcados, no creo que Noa tuviese miedo de sus rasgos físicos, era la mirada vacía lo que le asustaba, y lo que a Ángel y a mí nos llenó de tristeza. Desgraciadamente, las comunidades indígenas australianas presentan graves deficiencias sanitarias y económicas. Los indicadores sociales les colocan en posiciones inferiores en lo que respecta a la salud, el empleo, la pobreza, la delincuencia y la educación donde quizás podrían encontrar un poco de luz con la cual a través de las generaciones cambiar definitivamente su rumbo sin desprenderse de su cultura ancestral.

Y lo más irónico es que a pesar del maltrato recibido, uno de los atractivos turísticos con los que Australia se hace mirar es precisamente la riqueza que aporta la gente, su raza y esa cultura ancestral, en su arte, en su espiritualidad, en el alma que cada aborigen. Los grandes ancestros. Esos héroes nómadas llegados del cielo, del mar, de las entrañas de la tierra, recorriendo las áridas tierras y dejándonos sus huellas al pasar.  No tuvimos la oportunidad de visitar zonas propiamente aborígenes, donde desprendernos de la tristeza que nos embargaba al ver tanta injusticia.

De Sidney a Melbourne

Siempre existirá rivalidad entre dos ciudades de un mismo país, pero a los ojos de esta familia nos arropo tanto Sídney, esa ciudad de la alegría, como Melbourne a la que se la cataloga de más sensata y estirada. Ambas son grandes metrópolis, con sus miles de caminos que te llevan al mar, un mar inmenso, que te embriaga con su intenso olor, su fortaleza, sus olas bailando al son del viento y ese color que lo llena todo de vida.

Cada ciudad era un mundo, en sus originalidades, Sídney dividida por el puerto en sus innumerables golfos y canales, de calles anchas o infinidad de estrechas con o sin salida, dependiendo del lugar en que te encuentres. Todos sus caminos te llevan al mar, a esa alegría de su gente. El Jardín Botánico de Sidney, desde donde puedes observar su bahía donde no tardaras en caer bajo el influjo de una gran ola, una fragata con las velas hinchadas al viento, otros dirían un gran soufflé con galletas incrustadas en su superficie o bien hay quien cuenta que es una naranja en su sinfín de gajos, la Opera House, donde la música embriaga no solo en su sonoridad sino en la belleza del lugar.

La familia con Clayton y MelissaDescubrimos Sídney de la mano de una encantadora pareja, Clayton y Melissa, que nos acomodaron en su piso, conquistándonos en su sencillez, en su dulzura con los niños, en su trato amable y lleno de curiosidad, en los paseos por la playa donde las tablas de surf son inseparables, en los parques de atractivos columpios repletos de niños y las comidas compartidas, la novedad de unas hamburguesas de canguro  acompañadas de una botella de vino blanco. 

From Angel Cabello 
It was great to spend our time in Sydney with this fabulous couple. Clayton and Melissa made us feel at home since we met, and even Clayton picked us up in the airport before going to work, what else can we asked for? 😉 . We enjoyed having dinners together, tasting really nice Australian wine, taking a bit of sun at Bondi Beach and making sand turtles, watching “Annie” movie at home 😉 and playing videogames. 
Hope we will have the chance to meet you again at our home where you are always welcome.
Big Hug
Angel, Diana, Ishi & Noa
PD: Ishi and Noa has started becoming new scientists thanks to the Experiments Books ;-)…let’s see how far they go 😉
For Angel Cabello
Dear globetrottingfamily…
It was a real pleasure to have you stay with us in Sydney! Thank you so much for the great company at dinner time, the amazing food you cooked for us and the trip  to the beach and park 🙂.
You are welcome back anytime and really hope we get to catch up somewhere in the future!!!
Please keep in contact… and happy travelling!!! 🙂
Melissa & Clayton xxxxx

Nos despedimos de ellos por la mañana, Ángel fue a recoger una autocaravana que alquilamos a un precio formidable con el combustible incluido, pues se trataba de una oferta que incluía devolverla a su lugar de origen, Melbourne. Teníamos cuatro días de camino por el cual poder disfrutar  de la belleza australiana. A veces tomas tanto cariño a la familia que te acoge que a la hora de despedirse los niños protestan bastante.

–          Que divertida esta casita coche, ¿­­dormiremos aquí?, ¿Dónde están las camas?.- Ishi y Noa estaban contentísimos con las novedades. Hasta se les olvido que no querían irse de la casa de nuestros nuevos amigos.

No habíamos alquilado una autocaravana en nuestra vida, así que los cuatro días estuvieron llenos de anécdotas ligadas cada una de ellas a la inaptitud o la inexperiencia del vivir con esa casa a cuestas en la que cada pieza parecía estar escondida en un lugar secreto. Las preguntas eran un constante, ¿pero donde esta….?, ¿pero como demonios se montara la cama doble?, ¿como me explicaron que…?. En fin, salimos escarmentados la primera noche donde los mosquitos nos acribillaron intentando buscar una de las piezas que faltaban para completar la mesa cama, aparcamos para rematarlo en bajada, pero aprendimos a sacar partido de los pequeños espacios y a resolver los inconvenientes tras leer de nuevo las instrucciones de esa casita con cuatro ruedas que nos dio cobijo los cuatro días de trayecto hacia nuestro nuevo destino. Un trayecto lleno de emociones, donde la belleza paisajística, la naturaleza y los animales nos acompañaron durante todo el recorrido.

Melbourne cuenta con calles anchas, bien divididas, alineadas entre sí, formando cuadrados. Sus tranvías, su enorme bahía,  los transbordadores, los muelles, los parques verdes con esos árboles que constantemente me maravillaban en sus formas, colorido y magnitud, una ciudad de jardines.

La familia con GregSomos una familia afortunada, en Melbourne pudimos disfrutar de la hospitalidad de Greg con quien disfrutamos varios días visitando ciertos lugares desde los que nos llevaríamos pequeñas pinceladas de esta increíble metrópolis. Los pingüinos por la noche en sus madrigueras en los alrededores del muelle, las cálidas bolas de fuego en el centro, las casetas de colores en Brighton Beach….

From Angel Cabello 
It has been great to spend a few days in Greg’s home. He is a very active person (working, volunteering, sporting,… etc), but we have also had time to have some meals, walks, playing frisbee, visiting St Kilda’s penguin colony,visiting Brighton Beach…etc together. You feel at home from the very first moment and this is due to Greg’s warmth. Ishi and Noa enjoyed a lot making your Christmas tree together with you what has been great, been far from home on these dates.
Big hug and see you in Barcelona.
Angel, Diana, Ishi & Noa
For Angel Cabello 
I need not have been concerned about the prospect of hosting a family of four. The Cabello family are lovely. Really enjoyed the adult conversations with Angel and Diana, as well as playing with Ishi and Noa; and showing them some special parts of Melbourne. Thanks also for the delicious Spanish meals. What an exceptional journey – travelling the world for two years – congratulations. Safe travels and I look forward to meeting you again in another part of the world.
Greg

Descubriendo a un cisne negro

Cisne negro

Antes de decidirnos a iniciar nuestra aventura, Ángel estaba ensimismado en la lectura de libros de viaje y otros tantos que le abrían las puertas y le reafirmaban en seguir sus sueños y hacer realidad ese gran salto en familia. De entre ellos recuerdo a uno que le causó sensación, se titulaba “El cisne negro”.

Qué es un cisne negro? Un hecho improbable, impredecible y de consecuencias imprevisibles.

El Cisne Negro del profesor Nassim Nicholas Taleb es best seller en el New York Times y amazon.com. Un libro que cambiará la visión del mundo.

¿Qué es un cisne negro? Para empezar, es un hecho improbable, sus consecuencias son importantes y todas las explicaciones que se puedan ofrecer a posteriori no tienen en cuenta el azar y sólo buscan encajar lo imprevisible en un modelo perfecto. El éxito de Google y YouTube, y hasta el 11-S, son «cisnes negros». Con ironía, irreverencia y un profundo conocimiento de los caprichos del mundo real, un especialista en incertidumbre y matemático implacable nos conduce por los deliciosos vericuetos de lo improbable.

                                                                             EL CISNE NEGRO; Nassim Nicholas Taleb

Antes del descubrimiento de Australia, las personas del Viejo Mundo estaban convencidas de que todos los cisnes eran blancos, una creencia irrefutable pues parecía que las pruebas empíricas la confirmaban en su totalidad. La visión del primer cisne negro pudo ser una sorpresa interesante para algunos ornitólogos, pero la importancia de la historia no radica aquí…..

                                                                            EL CISNE NEGRO; Nassim Nicholas Taleb

Descubriendo Australia conocimos a nuestro primer cisne negro, convenciéndonos así, tal y como hicieron las personas del viejo mundo de que no todos los cisnes son blancos.

–          Caray como cambiaria la historia en el mundo de los cuentos, como El Patito Feo, si Hans Christian Andersen hubiera conocido a estos preciosos cisnes negros, ¿no crees Ángel?.- Nuestra mirada seguía el movimiento de tres cisnes negros que nadaban en el lago.

–          Si e incluso rizando mas el rizo que opinarían aquellos mas supersticiosos cuando un cisne de estos se les cruce en su camino… ja,ja,ja.- Contestó.

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Singapur, una isla en Asia

Si he de seros sincera Singapur no estaba en nuestro itinerario, ha sido uno de esos destinos que paulatinamente se iba cruzando en nuestro viaje. Solo conocíamos su fantástico aeropuerto, pues en diferentes momentos de nuestra ruta ha dado la casualidad de que teníamos como escala el espacio aéreo de esta ciudad. Y ahora no diré que los niños alucinaban en colores, sino que toda la familia sentía el confort que ese aeropuerto transmite desde el mismísimo momento en que tu pie roza su suelo.

–          Mira que pantalla tan graciosa, ¿Podemos tocar esas caritas que salen en la pantalla?.– Noa he Ishi señalaban una pantalla colocada a la salida de los aseos, donde podías plasmar el grado de satisfacción en como habías encontrado el aseo dando a una de las caritas en sus diferentes estados emocionales “smile o no tan smile face”

–          Bueno pero solo una vez, esto no es un juego, representa si te ha gustado como has encontrado el baño o no,  si todos los niños lo tomaran como un juego,  el resultado quedaría alterado, entendéis.- Ángel aupó a Noa que no llegaba bien a la pantalla

Si todas las esperas improvistas y sabidas de nuestro viaje las hubiésemos pasado en un lugar como este os aseguro que esos minutos u horas más tediosas nos habrían pasado volando, incluso queriendo repetir un poquito más. Ishi montaba sus batallitas de caballeros fotografiando momentos para poder hacer una película donde captar los movimientos de los muñequitos, Noa hacia amigos por cada rincón de las zonas de recreo infantil, y nosotros, como padres no teníamos que hacer grandes filigranas para que se mantuviesen entretenidos, siempre encontraban algo que hacer. Cada rincón se convierte en una pequeña ciudad en la que poder disfrutar de un poco de todo. Vaya, que si es por nosotros, le daríamos el premio más perseguido y seguro que  si se les preguntase podrían tener la respuesta al ¿cómo mantener a todo el mundo complacido?, lo cual no es una labor nada fácil. De esta forma y sabiendo que el destino siguiente era Australia, decidimos pasar 4 días en Singapur para conocer por fin  esa extraña e irreconocible parte de Asia.

Del tráfico de opio  a la pulcritud y el orden

El desarrollo en Singapur ha sido exponencial, parece mentira que esta isla hace apenas 100 años era completamente diferente a lo que hoy podemos descubrir y disfrutar. Los traficantes se enriquecían con el tráfico de opio. La población vivía épocas donde la violencia, la prostitución y el consumo doméstico del opio estaba a la orden del día, los edificios se recuerdan mugrientos, conviviendo entre un sinfín de inconvenientes de los cuales, a día de hoy, parecen fantasmas del pasado.

SingaporeEs curiosa la capacidad del ser humano de pasar de un extremo al otro. Singapur se la conoce actualmente como la ciudad que nunca duerme, la Suiza asiática, la ciudad de los leones. Es una floreciente isla, antigua colonia inglesa, una ciudad estado, que se ha convertido en uno de los gigantes económicos de Asia siendo hoy uno de los países más prósperos del mundo. Desaparecidos los fumadores de opio, los prostíbulos, las casas desaliñadas, las embarcaciones recolectoras de perlas, el contrabando en esa época colonial, la ciudad de los leones resplandece y brilla con una pulcritud increíble de superar. Te asombra al mismo tiempo sus prohibiciones, sus multas del todo exageradas para la mentalidad occidental. Multa por tirar papeles, por orinar, por no tirar de la cadena en los aseos públicos, por bailar o hablar en público sin permiso, por mantener relaciones sexuales “contra natura”, por mascar chicle. De hecho no encuentras chicles en las tiendas, los retiraron al ver que los encontraban pegados por los asientos de los metros, pegados en las aceras…. El turista puede llevar un máximo encima, no os parece increíble. Multa por comer o beber en el metro…. en fin y un largo etc, complicado de explicar. No obstante el resultado obtenido es de una seguridad, limpieza extrema y organización paisajista que te llega a fascinar. ¿Qué ha sido de su pasado?

Diversidad cultural enriquecimiento familiar

La diversidad con que te encuentras es una curiosa mezcla de las culturas china, india y malaya, aunque también existe una parte de la población de origen árabe. Los cuatro idiomas oficiales de Singapur son el mandarín, el malayo, el tamil y el inglés.

Nuestra familia de acogida en SingaporeÁngel había contactado con una familia de procedencia china que llevaba años viviendo en Singapur. Nos invitaron a pasar esos días con ellos y de esta forma conocimos un poco más de cómo una familia se adapta  y se arraiga a una ciudad que le ofrece un sinfín de posibilidades. Pasamos tres días con ellos, no acababan de entender el porqué de nuestro viaje. Fueron curiosos esos días, pues nuestras familias eran bien diferentes y la convivencia se enriqueció en las conversaciones acerca de la educación de los niños y en qué opinaba cada familia en lo que cada uno de nosotros considerábamos que era una buena educación para los niños. De nuevo los aspectos culturales daban pie a opiniones contrastadas.

Noa estaba creando un sinfín de manualidades, llenaba una de las mesitas en las que jugaba, mientras Ishi y los dos niños de la casa jugaban a los playmobil y a perseguirse por la casa. Rongxin, la mama de la familia no dejaba de observar  a Noa, fascinada en su capacidad de crear cualquier cosa con un sinfín de cachivaches que encontraba interesantes para su nueva creación imaginaria.

–          Noa, mira este cochecito, ves que tiene números, vamos a jugar a sumar.- Rongxin movía los números del camión de madera donde aprendías a sumar de forma sencilla.

–          No, yo no sé todavía de eso, la mami me está enseñando.- Noa le dejo de prestar atención, era más interesante el elefante azul que dibujaba con acuarelas.

–          No te preocupa que no sepa sumar y restar?, por edad ya le tocaría.– Me pregunto la mama después.

–          Bueno quizás no sepa todavía sumar, restar y leer, pero se está desarrollando en una creatividad constante, adaptándose a un sinfín de otras realidades, valores y vivencias que estamos seguro que le hacen crecer como persona.- y tras ello se inició un debate muy interesante.

¿Quién está seguro, como padre, de que la educación que le está aportando a sus hijos es la mejor educación que se les podría dar?, hay tantas variantes. El sistema educativo con el que cuentan en Singapur está orientado desde la escuela primaria a desarrollar valores, carácter y aptitudes, motivando a los estudiantes en la investigación, la creatividad y el emprendimiento. Desde bien pequeños la exigencia es constante, aplicando sistemas nacionales de evaluación permanentes, tanto en los colegios públicos como en los privados. Los resultados que están obteniendo entre jóvenes de 10 a 14 años, en las pruebas mundiales de matemáticas y ciencias están siendo extraordinarios, calificándose siempre en los primeros lugares. La preparación para el ingreso en las universidades conlleva dos a tres años de estudios preuniversitarios. Y a pesar de que el fracaso escolar es casi nulo, solo logran ingresar en las universidades los más capaces debido a las exigencias meritocráticas.

Cartel sobre educación en SingaporeRecuerdo que durante esos días asistíamos diariamente a la biblioteca a realizar el “homeschooling”, estaban repletas de estudiantes y padres con niños pequeños estimulando a sus hijos en la lectura. Hacíamos cola desde primera hora de la mañana, pues si llegabas tarde ya no tenías sitio donde ubicarte. Yo creo que ha sido el país donde he visto las bibliotecas más abarrotadas y bien amortizadas.

Los espacios estaban de lo más estudiados, el ambiente te inducia al estudio y los materiales estaban muy bien cuidados en una gran amplitud y variedad. Los niños tras la escuela normalmente van a alguna actividad extraescolar, ligada al deporte, la música, los idiomas…. No obstante tras los debates y haciendo de diablillo, les preguntábamos a sus padres si tanta actividad extraescolar era necesaria, de ¿si los críos no se quejaban de que solo querían jugar un ratito más?, de si el nivel de exigencia no les creaba estrés, o si el sistema con tanta evaluación no creaba niveles de competitividad exagerada…. Y bueno, como no, también las preguntas que se generaban eran para el lado contrario de si ¿el viaje realmente les haría personas tolerantes o si de lo contrario se cerrarían en banda no queriendo ver más mundo en cuanto llegaran a España?, ¿No irán retrasados a su regreso al integrarse de nuevo a su escuela?, ¿serán capaces de adaptarse y estar atentos en clase tras tanta libertad?…. y la pregunta clave ¿Qué es lo que necesitan los niños, cual es la clave de su felicidad?…… y más y más preguntas, muchas veces con una respuesta en la que cada persona tendría su granito de arena que aportar, pues cada familia es un mundo, desarrollando su propio patrón de comportamiento y rutinas, el alma familiar, ese sentido de pertenencia, de lealtad, donde cada uno encuentra esa felicidad dentro del propio sistema. Y esa noche, en nuestras dudas sobre como aportarles felicidad, recordé unas frases de Osho. En nuestras imperfecciones sabemos que como padres muchas veces nos equivocamos, y no sabemos identificar qué es lo que sucede a nuestros hijos, que nos están mostrando. Pero, si que estábamos seguros, de que el viaje les estaba mostrando valores para crecer como personas y que todo lo vivido se hacía desde el amor  a la familia y por conocer más de este hermoso mundo y su gente al que hay que cuidar con pasión.
 
 

“La mitad de tu Ser consiste en tu madre y la mitad de tu Ser consiste en tu padre. Tú estás aquí por ellos. Todo lo que está ocurriendo es, en cierto modo por ellos”

Osho

Intercambio de recetas

Cada una de las familias seguía su vida durante el día, unos iban al trabajo, a la escuela u otras actividades extraescolares y nosotros nos dedicábamos a recorrer Singapur. Uno de los días celebramos el cumpleaños de Ángel apagando las velas en un pastelito de chocolate en una de las terrazas, sudamos lo nuestro para encontrar a alguien con un encendedor. Y de regreso al hogar la nueva familia ya estaba al completo, Y de nuevo la cocina creaba harmonía. Con la familia vivía una mujer filipina que realizaba las faenas de la casa y cuidaba de los niños cuando los padres se ausentaban en sus trabajos. Era silenciosa, prácticamente no te dabas cuenta de que estaba, y por supuesto cocinamos mano a mano, ella preparaba todo, debía sorprenderse en nuestra manera muy cercana, pues el trato con ella era muy cálido con los niños pero con sus padres mantenía una relación de invisibilidad que me sorprendía. Que gran cocinera. Nos mostraron un sinfín de platos chinos, debido a su procedencia, así que la gastronomía que solían recrear procedía de su país de origen. Estaban deliciosos, había unas setitas pequeñas con el tronco muy largo que nos fascinaron, bolitas de pescado, vegetales aliñados con salsas diversas, ummm! se nos hace la boca agua. Y nosotros preparamos una crema de calabacín, una ensalada, un sinfín de tortillitas de patatas en una sartén liliput… los platillos salían a la mesa y eran devorados en un santiamén. El olor de cada receta se envolvía en mil olores de los otros platos, y los cuatro niños reían entre ellos, y los adultos intercambiábamos miradas disfrutando de esa facilidad infantil de convertir cualquier cosa en risa.

–          Si queréis mañana podemos ir a patinar o en bicicleta bordeando el mar, es un lugar con encanto.- Nos propuso Rongxin.

–          Si, estaría muy bien, ya os he dicho que no nos queremos ir.- Sabíamos que esa seria nuestra última noche en su casa, el tiempo había pasado muy rápido.

Lo que quiero hacer en lo que queda de vuelta al mundo

Ishi jugando en un parqueEsta vuelta al mundo está siendo fenómena. No paramos de dar vueltas y más vueltas por el mundo. Me encantó dormir en medio del desierto en Rajastan y jugar con los elefantes, darles de comer, y montar sobre su lomo. A mí me gustaría ir a un parque en Australia donde poder dar de comer a los canguros y tocarlos y saltar con ellos. Nunca he visto canguros todavía. Sueño con bañarme con delfines, en Tailandia al final no pudimos. Aunque también me daría un poco de no sequé antes de meterme en el agua con el delfín.  Bueno los tiburones son los que más miedo me dan, a mi aita también le gustaría ver un tiburón blanco desde dentro de una jaula, eso dice que será en África, mami, Noa y yo no queremos que lo haga. En áfrica también veremos elefantes, pero más grandes que los asiáticos, gacelas, cocodrilos, rinocerontes de dos cuernos, leones, jirafas, guepardos, ñus y otros animales.  Me gustaría ir en autocaravana y dormir en ella, seria chulísimo, eso aita dice que lo haremos cuando lleguemos a Nueva Zelanda.

Y tirarme sobre barcas hechas de bambú por un rio. Ir a más casas con más niños de mi edad y de la de Noa, es muy divertido cuando hay muchos niños. Comer otro banquete de bichos gigantescos, como los de Tailandia. Ir otra vez a rodicios pizzeria como hicimos en Sao Polo con nuestros amigos Luiz y Luzia, y restaurantes de todas las partes del mundo. Repetir en otros parques naturales, a mi familia le gusta la naturaleza. También me gustaría encontrarme un mes con mis primos y tíos Dani, Guille, Vivi, Manuel…. A veces echo de menos a mi familia y a mis amigos de clase.

También estaría bien ir a algún parque de atracciones, y que aita acabe su colección de las pegatinas de cervezas que estamos recolectando por cada cerveza diferente de cada país, y Aita me explica más cosas de todos los países que estamos recorriendo.

Ishi

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Puro Rajastán: azafrán, rojo sangre, rosa fucsia, amarillo anaranjado, verde ácido y un sinfín mas

Mujer de RajastanCuando mis labios pronuncian Rajastán, algo dentro de mí se mueve de forma especial, la india rural, en sus casas de paja y adobe, el polvo del camino, la suciedad de las calles, la arena que trasporta el viento, la gente en su sencillez, los niños desnudos de miradas serenas, directas, que te desnudan el alma. El país de los Maharajas, donde la riqueza había brotado exuberante. Los coloridos de este estado, la ciudad rosa de Jaipur, el dorado de Jaisalmer, Jodhpur esa ciudad azul, Udaipur en su aperlada blancura, todo mezclado con el ocre del desierto del Thar. Fortalezas, templos, palacios, lagos, camellos, elefantes pintados pasan raudos por nuestras retinas.

Recorrimos parte de Rajastán en un itinerario un tanto extraño. Finalmente decidimos contratar un coche con chofer evitando los trenes y los autobuses, por dos motivos básicamente, uno porque los niños andaban en India un tanto cansados del trote y otra porque no habíamos realizado las reservas con antelación en los trenes, así que prácticamente no nos quedaba otra solución. El chofer nos aconsejó realizar el viaje llegando primero al Parque Nacional Ranthambore, lo cual nos pareció un tanto curioso, pues por lo que habíamos leído, el recorrido se hace generalmente a la inversa, pero en fin, como que él era el conocedor de la zona, nos dejamos guiar. Recuerdo que lo primero que nos dijo fue.

–          Yo soy un hombre de Dios, nunca miento ni timo a mis clientes, y los cuido como a mi propia familia. En India hay que tener mucho cuidado, pues a la que te descuidas ya han intentado desplumarte.- Tras lo cual nos mostró besándola, una foto de su mujer y sus hijos.

La verdad es que este comienzo nos tendría que haber hecho sospechar, pues el que es realmente honesto nunca se jacta de ello, y así fue como posteriormente se desveló el error que cometimos al contratar a ese personaje. No tenía ni idea del recorrido, no conocía la zona, maldecía en cada momento y por todo quería cobrar por duplicado, nos gritaba enfadado cuando le sugeríamos otro camino, y los kilómetros que hacíamos no coincidían con los marcados en el cuentakilómetros, así que empezamos a sospechar que nos estaba dando gato por liebre. El director del hotel en el que nos alojamos en Ranthanbore sin haberle comentado nuestras sospechas, nos aconsejó que no nos fiásemos de ese conductor.

–           Yo no le he dejado dormir en mi hotel, no es buena gente. Son de aquellas personas que manchan el espíritu de mi tierra con su proceder- Junto sus manos en un Namaste y se fue dejándonos de piedra.

Resulta que al final, buscaba otros clientes aprovechando las horas que realizábamos otras actividades, por la noche seguía utilizando el auto y todo el kilometraje de más nos lo cobraba a nosotros aludiendo a que el dormía en un lugar lejos de nuestro hotel. En fin, nos deshicimos de él, cosa que no fue muy agradable, haciendo el resto del viaje a tramos con otros varios conductores, de los cuales guardamos gratos recuerdos.

Paisajes sonoros

Ranthambore National Park

La imagen del tigre de bengala y el sonido de Ranthambore me llevan a recordar la cautivadora historia de Mogli, el niño de la selva. Si existe algun parque que se identifique con la imagen del tigre de bengala, ese es el parque nacional de Ranthambore, en Rajastán.

El viento era gélido, helaba tensando nuestras mejillas y las lágrimas brotaban fácilmente resbalando por nuestros ojos. Noa estaba echa un ovillo envuelta y cubierta entre mantas. Una familia india con dos niños pequeños viajaba detrás, Ishi les pasó una de nuestras mantas para resguardarse del frio. Íbamos tras el rastro de un tigre, el amanecer estaba despuntando, nos adentramos por un caminito, el guía paro el motor y el sonido de la selva hizo su efecto amansando y agudizando nuestros sentidos.

–          Observen las huellas, son dos una hembra y un macho, hay que estar bien atento y por favor, silencio, mucho silencio, disfruten de la magia de la naturaleza. El tigre aprovecha las primeras horas del día, las más frescas, para salir de caza, luego será más difícil dar con algún ejemplar.- Encendió de nuevo el motor y pasamos bajo un arco de piedra que permanecía inamovible entre raíces, vegetación y árboles.

Y adentrándonos más allá, nos invadió ese sonido armónico formando parte del mundo, los pájaros en sus gorgoritos, el tintineo del agua en su descenso, los ecos de los movimientos de los cervatillos en su caminar, el susurrar del viento acariciando las hojas, el canto de los arroyos. Descubriendo como el estado anímico cambia fácilmente al son de las notas musicales que generaba la selva, un entorno, tan natural tan lleno de vida. De modo que nos sosegábamos cuando el estímulo sonoro nos saludaba con dulzura y nuestros cuerpos se erizaban cuando anunciaban peligro. Un peligro desconocido para personas como nosotros criados en grandes ciudades, pero sonidos siempre presentes en los lejanos recuerdos, cuando nuestros antepasados se movían al son que marcaba el convivir en consonancia con la pureza de la madre tierra en ese ciclo de vida.

Disfrutamos del paseo, no vimos a la pareja de tigres, probablemente, ellos sí que nos vieron. Divisamos numerosos grupos de antílopes, nos pareció ver a Mogli, pájaros, monos aulladores, pavos reales y un leopardo. Con frecuencia los monos producían gritos de alarma que alertaban al grupo de la presencia de depredadores, “the jungle call” (la llamada), en esa lucha constante contra el maestro del camuflaje, un pequeño héroe de cuatro patas, de carne y hueso, de pelaje envidiado, un  animal ante todo luchador, superviviente y hermoso. El tigre de bengala, temido, perseguido, un depredador de honor y fuerza, cuyas vivencias se han convertido en leyendas entre el pueblo indio.

“Nacido debido a una flor de loto”

Pushkar es considerada una ciudad santa, escuchas rezos, canticos, tambores, constantes campanadas desde cualquier lugar adentrándote en ella. Lugar místico, donde el dios de la creación “Brahma”, tiene su propio templo. Cuenta la mitología hindú, que Dios liberó a un cisne con una flor de loto en su pico, el animal voló bien alto, dejando caer la flor sobre la tierra, el lugar fue bendecido con el nombre de Pushkar, “nacido debido a una flor”.

–          Una flor, toma una flor lánzala a las aguas santas, ofrecérsela a Dios, y os bendecirá el viaje.-  Ya no sabía a donde mirar ni que decir para que no me diesen más flores.

Hombre rezando en el lago sagrado de PushkarLa ciudad está constituida alrededor de un lago semicircular, donde las continuas ofrendas son arrojadas a sus aguas, numerosas escalinatas, “Ghats”, descienden hasta el lago. Las familias descienden, bañándose en sus aguas y purificando sus cuerpos. Por un lado, sientes un fervor religioso en un continuo peregrinar. Por otro tienes que intentar desvincularte de una cierta sensación de mentira, ligada a la avidez con que los locales intentan imponerte lanzar flores al lago, sin siquiera dejarte respirar para poder captar la esencia del lugar y decidir si realmente quieres desprenderte de esa flor y ofrecérsela a sus aguas. De nuevo, esa estupidez occidental ligada a la creencia de que el turista posee dinero, pero claro das un paso más entre los coloridos tenderetes del mercado y te das cuenta que los mismos turistas son los que van con el billete en las manos ávidos de conocer más sobre esta ciudad y el culto a su Dios. O bien ese hippy que al intentar integrarse en un mundo místico ha perdido sus vínculos a su tierra, a su cultura, a sus raíces siendo un montón más de los que no saben a dónde pertenecen. Y todo ello nos llenaba de un sinsentido. Los locales desviados, desvirtuando sus creencias, lejos de la realidad, de su esencia, ávidos de billetes. Los turistas alegres, engañados, los viajeros ligeramente decepcionados, los hippies perdidos en la melancolía, los sacerdotes, enfadados, intentando sacar partido y al mismo tiempo los más sabios aquellos que prescinden de lo que les rodea, que siguen creyendo con fervor y procediendo desde el corazón, compartiendo su mundo espiritual.

Nos alejamos de los templos, de sus sacerdotes, de los monos que habitan en ellos, del mercado en la riqueza de telas, tinturas de colores, vegetales, frutas, vendedoras de joyería étnica, especialidad de Rajastán, deliciosa gastronomía lista para ser degustada, pinturas en miniatura, bolsitos, monederos, artículos de cuero, brazaletes de cristal, metálicos, alegres colores, expresivos títeres en sus diferentes caracteres. Y al alejarnos y volver a observarla desde la distancia pudimos percibirla en toda su extensión a través de su verdadero sentido.

Una noche en el desierto

El comercio de camellos es una parte importante de la feria de Pushkar, estábamos tentados a quedarnos y verlo, pero todavía faltaba prácticamente un mes. Dicen que es algo difícil de olvidar. Constantemente rondan camellos por la zona y sus alrededores, y uno de los momentos que más deleitamos en familia fue aquella noche que pasamos en el desierto, durmiendo a cielo descubierto rodeados de un grupo de camellos.

–          Mira que cara más feota tiene este camello, jo y le hace mucha peste la boca, agecssss que asco, mira como babea.- Ishi y Noa montados sobre el camello iban tronchándose con las carotas que ponía mientras rumiaba.

–          Huuuujuuuuu! Pasaremos una noche en el desierto. ¿Y dónde dormiremos?.- Preguntaba Ishi oscilando de un lado al otro adaptándose al traqueteo del animal.

–          A cielo descubierto bajo un sinfín de estrellas.- conteste.

En camello por el desierto de PushkarDos camellos y una carreta, dos camelleros y una familia de cuatro se adentraron hacia el desierto. Cuando realizas algo por primera vez, los sentidos se agudizan, el nerviosismo de lo que te espera, lo desconocido del sentirte subido a un camello, el olor, color y sabor de esa bella manta de arena, el chirrido de las ruedas de madera rodando sobre la arena evitando baches y arbustos, las bolsas de provisiones, con azúcar, harina, arroz y especias….

La noche bajo un cielo lleno de estrellas.

–          Mami pero todas estas estrellas ya estaban en el cielo, o bien en el desierto hay muchas porque todas quieren juntarse aquí en este lugar.– Noa estaba encantada de lo brillantes y cercanas que aparecían sobre nuestra cama improvisada.    

–          No, Noa, son siempre las mismas, pero aquí al no haber luz se dejan ver y no se esconden. Ummm! Que bien, mira si quieres hagamos un collar de estrellas.- Le contesté divertida.

Encendimos una fogata mediante paja y boñigas de camello secadas al sol. Los hombres preparaban la masa para hacer bolas de pan, Ishi y Noa se pusieron a ayudarles, en las brasas se iba haciendo la cena y poco a poco el olor a especias iba cautivándote y recordándote que en breve podríamos tastar esas pequeñas delicias. Unas mujeres de la zona se unieron al grupo, danzando y cantando alrededor del fuego, el sonido de un instrumento para nosotros desconocido se difundía a través del viento cual llanto.

La noche era clara, la luna, prácticamente llena, nos saludaba desde lo alto. Los camelleros estaban encantados con los niños mostrando como nutrir la fogata y sugiriéndoles que si no querían recibir un mordisco de los camellos no se acercasen tanto. Ishi y Noa reían con sus gestos. Nos dormimos los cuatro juntos compartiendo un mismo catre, tapados bajo una manta con un fuerte olor a camello, explicamos cuentos sobre un mundo mágico donde la luna hablaba y finalmente el sonido del desierto nos adormeció, haciendo que nuestros ojos se cerrasen y nuestras almas escapasen paseando entre las dunas.

Udaipur, La perla de Rajastán

Udaipur al amanecerA Udaipur se la conoce como la ciudad de los lagos, la Venecia de Oriente o por su aperlada blancura, la perla del Rajastán. Para nuestra familia fue como aparecer dentro de un cuento de hadas.  Udaipur brilla bajo dorados y cálidos rayos de sol, siendo asombrosa en sus amaneceres y atardeceres en sus miles de colores, suavizado todo en un intenso tono de una blancura que tranquilizaría al espíritu más inquieto.

Nos adentrábamos en las calles, recorriéndolas alrededor del lago, miles de terracitas nos esperaban para disfrutar entre “chai” (te) y algun dulce. En ellas, siempre nos esperaba una historia encantada en la que la ciudad de la que disfrutábamos nos invitaba a trasladarnos a alguno de los palacetes donde hace muchos, muchos años el maharajá deleitaba a sus esposas en un bello espectáculo, donde los titiriteros  mágicamente hacían danzar sus marionetas. Marionetas entrañables protagonistas del Rajastán, los espectáculos de fuego en su misticismo e intensidad, los teatros de sombras, los geniales cuentacuentos dominando a la perfección la escenografía, trasladándote con sus palabras y su lenguaje corporal a otros mundos encantados.

Un mundo de experiencias, sencillas pero mágicas, misterios por descubrir rodeados de una cultura asombrosa, lejana, diferente, increíblemente intensa. Ishi y Noa iban digiriendo poco a poco, pues India por un lado les asombraba en sus colores, por otro les descolocaba en ese polvo constante, en la mendicidad de las calles, les hacía reír en su riqueza humanista y al mismo tiempo se incomodaban cuando por el color de su pelo o la blancura de su piel intentaban tocarles de forma constante.  Vivieron en el desierto, saborearon exquisiteces desconocidas, sabores increíbles, dejaron volar su imaginación al ritmo en el que avanzábamos Rajastán, brotaron sus risas con el desfile de marionetas, sus cuerpos se relajaron tras un suave masaje ayurveda, descubrieron un nuevo compañero en el camello, jugaron con los niños en sus casas, cada uno de ellos descubriendo en el otro un nuevo amigo, aquel que viene de tierras lejanas.

–          Mami sí que son raros estos indios, porque todos llevan un punto rojo entre ceja y ceja.

Rosa de Jaipur

La carretera que conduce a Jaipur, es un constante fluir de posibles historias, sucesión de sorpresas, la vida en la india en toda su esencia. Adelantamos, motos, coches desvencijados, carretas, rikshaws en su zigzaguear, autobuses ancianos desprendiendo un humo negruzco. Paradas en seco, frenazos. Nada tiene un orden comprensible, simplemente de repente todo avanza o se bloquea. Las vidas de los ciudadanos van cruzándose a nuestras miradas absortas por lo diferente en cada una de ellas.

–          Aita tengo hambre.- Ishi no aguantaba más rato en el coche, mientras junto a la calzada se alinean puestos de comidas, camas de madera para disfrutar de un tentenpie, “chai” con leche y unos anacardos.

Palacio a las afueras de JaipurGrandes oleadas de tráfico, bocinazos, vamos paseando a través de un gran embrollo. Shakti, el chofer, nos pasea desde el coche contratado. Un gran sol alumbra el día. Miles de caras, un sinfín de vidas se cruzan en un aparente sinsentido. Culturas milenarias bañadas de sabiduría. Historias, cuentos, leyendas, odiseas en el desierto. Telas de colores, gemas preciosas, elefantes de caras pintadas paseando, cobras en un eterno baile, siguiendo el compás de las notas a través de la flauta que les guía.

Princesas, Maharajas, mujeres y hombres en un andar majestuoso, pero hombres al fin y al cabo, con un principio, un fin y un posible destino al que seguir.

Niños de ojos grandes, brillantes, sonrisa muchas veces ausente, más de lo que me gustaría observar. Que ganas de abrazarlos, no obstante, no parecen buscar consuelo, no sienten esa falta, pequeños de gran fortaleza, acostumbrados, se han endurecido, o simplemente desconocen esa forma de crecer en un continuo abrazo familiar. Son los mil y un niños de la calle que crecen cuidándose unos a otros y el próximo llanto de un recién nacido. Ojala esa dureza les llevase a construir un mundo mejor.

La ciudad rosa es puro Rajastán. Paseando por “Amber Fort”, ya sea a lomos de un elefante o a pie, subiendo hacia el fuerte siguiendo un trazado lleno de curvas serpenteantes, donde das con todo tipo de personajes intentando mostrarte su arte, venta de artilugios diversos, encantadores de serpientes, exquisiteces que encandilaran hasta el paladar más exigente y una vez arriba te encontraras admirando una verdadera obra maestra del arte mogol del siglo XVI. El Hawa Mahal o Palacio de los vientos nos dejó perplejos, allí, a pie de calle, se alza impresionante, y parecen saludarte las mujeres de la corte desde sus casi mil ventanas, donde las jóvenes de la corte se dedicaban a contemplar sin ser vistas el ajetreo de las calles de su ciudad.

Pigmentos de colores en PushkarLa felicidad en los bazares culminan el centro de Jaipur, las montañas de alimentos en su colorido, disputan con los montañas de especias diversas, el amarillo del curry, el rojo azafrán, amarillo cúrcuma, la blancura de la harina, y los olores perfumados de aceites y hierbas medicinales… todo un paraíso para los sentidos. El movimiento, el son de la gente al negociar, es magnífico y el baño rosado de los edificios, convierten el lugar en un espacio ideal para ver el atardecer desde cualquiera de los tejados, observando como el rosáceo del cielo se difumina en el rosado de los edificios.

India, y el recorrido por el Rajastán. Este país inquietante de asombrosos paisajes, en su hinduismo, en su gente llena de espiritualidad, cultura ancestral, la gente del Rajastán, ese pueblo que te abre sus puertas llenos de hospitalidad. Y los días pasan fugaces al recorrerlo, quieres regresar a tu hogar en esa seguridad engañosa, y nos alejamos volando hacia Singapur, otra realidad. Pero desde que dejas la India atrás, hay un nosequé imposible de explicar que te embriaga desde tu cabeza hasta tus pies, en su sabor a especias, en sus olores a vida, en su riqueza y su pobreza, en sus ambivalencias ininteligibles, y reconoces un grito que te invade con tal intensidad que tus ojos se llenan de lágrimas. Y en el viento reconoces una voz que te llama y te susurra al oído la certeza de que algún día volverás.

–          Kabhi alavidā na kena, nunca digas adiós.

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Esplendorosa India, donde todo es asombroso y sorprendente

Un paseo por Delhi, todo lo mejor, todo lo peor

Madre e hijo en DelhiNo tiene sentido deciros que es lo que sucede una vez pisas la esplendorosa India, u os fascinará u os empañará los ojos de lágrimas y rabia. Mires por donde lo mires, India siempre es increíblemente intensa, apasionada, un país de maravillas. Imposible de dejarte indiferente. Tu alma se revelará, desde lo más profundo, susurrándote todos tus secretos.

El color inunda a cada paso con un resplandor único, las calles transitadas, coches, rickshaws, triciclos, motos, infinidad de peatones danzando en un ir y venir continuo.

Olores agradables a especies, a gentío, a flores, perfumes embriagadores, delicias de frutas y miel. Telas sedosas, tapices hechos a mano, camisas bordadas, trabajos delicados tejidos por manos expertas. Cultura milenaria, raíces, sabiduría, tradiciones, secretos de familia.

Tropiezas, sin darte cuenta, con el sinfín de barreras arquitectónicas que encuentras en el camino y despiertas de tu sueño dorado, pisando un algo pegajoso, restos de heces de vaca, vacas sagradas que rumian basura. Un gruñido de alguno de esa infinidad de perros callejeros, esqueletos andantes hambrientos llenos de sarna, olor a cloacas, charcos, barro, aguas grisáceas, papeles, bolsas de plástico por doquier.

Un sari de colores que parece danzar sobre un cuerpo moreno, perfumado, manos delicadamente enjoyadas, adornadas en sus dibujos de henna, el movimiento te cautiva de nuevo haciéndote olvidar tu tropiezo, una sonrisa que intensifica sus rasgos y esos ojos negros, enormes, rasgados, llenos de vida que parecen traspasar cualquier frontera.

–          Namaste India

–          Namaste family, you´re welcome

Ruido inaudito, cláxones por doquier, mas bocinazos por si no te habías sentido aludido, polvo y mas polvo, suciedad, callejuelas olvidadas, casas ruinosas, ruidosas habitaciones de hotel. Sigues la corriente, que te lleva sin saberlo a tu destino.

Bellezas escondidas, vergeles, lugares de ensueño, minaretes, grandes avenidas, hoteles de lujo… sensualidad, romanticismo, música misteriosa, bailes, una voz de mujer, tranquilidad, espiritualidad, obras de arte, rodeados de conversaciones en hindi, una lengua rica en su hablar apasionado, se abren las puertas a otra India.

Gritos, mendicidad, desigualdad, trato jerárquico en ese injusto sistema de castas. Un pequeño gesto, una manita cerrándose en un puño, ojos inmensamente abiertos, pidiendo dinero, comida, galletas, caramelos… Una niña cargando a un bebé de ojos pintados, un grupo de críos buscando entre la basura, sucios, con harapos, niños de la calle cuidándose, protegiéndose, viviendo la dureza de nacer siendo ya un intocable.

Y de nuevo esa ambivalencia pasando de un son al otro en este país de contrastes, donde el más pequeño puede ser el más grande, el más rico el más desgraciado, el más desgraciado el más injusto, donde el más desvalido ni siquiera es visto al pasar a tu lado. Pero su magia siempre presente se descubre al mirar mas allá, frotando la suciedad, como en Aladin y su lámpara maravillosa, no dejando que la mendicidad nuble tus sentidos, pues hay mucho mas escondido, a tu vera, tan cerquita, tan dulce, esplendorosa y por descubrir.

The Martydom Site of Mahatma Ghandi

La familia en el The Martydom Site of Mahatma GhandiUn gran gong nos esperaba tras la puerta, el “World Peace Gong” (Gong de la paz mundial). Tocamos bien fuerte dejándose oír un continuo sonido metálico. Desde que entras en la morada de Ghandi, todo fluye alrededor de un mensaje de paz, armonía, unión, respeto y la sabiduría de que la educación es un pilar fundamental en la humanidad.

Paseamos por el interior de lo que anteriormente había sido su hogar, recorrimos las salas de la mano de una de las voluntarias que nos iba estimulando a que disfrutáramos de las diferentes actividades propuestas, todas vinculadas a la filosofía que transmitió en el recorrido de su vida. Caminamos sobre sus pasos en el jardín, pasos que nos llevaron a comprender mejor su amada India, la India de sus sueños.

«I shall work for an India, in which the poorest shall feel that it is their country in whose making they have an effective voice; an India in which there shall be no high class and low class of people; an India in which all communities shall live in perfect harmony.»

India of my dreams, Mahatma Ghandi

Ghandi amó India, supo dar con su esencia, saborear de su amor y su amargura, de su riqueza y su pobreza, de sus contrastes por excelencia, pues India es asombrosa y sorprendente al mismo tiempo. Su mensaje de paz ha fluido a través del viento impregnando no solamente a su pueblo sino alcanzando en lo más profundo a las personas de todo el mundo. El pueblo indio sigue levantando monumentos en recuerdo de la memoria de Ghandi, un hombre de paz, excluyendo tal y como él quiso la violencia, un sabio adelantado a su tiempo con una visión futurista de cómo deberíamos ser.

“La humanidad no puede liberarse de la violencia más que por medio de la no violencia.»

«Ojo por ojo y todo el mundo acabará ciego.»

Mahatma Ghandi

Un regalo lleno de amor

Pensativa ante el majestuoso Taj MahalEl sentir de la vida va oscilando a lo largo del tiempo. Tengo la suerte de sentirla plena en muchos momentos, pero sobre todo cuando realmente te dejas fluir por el camino en el que realmente vibras en sintonía con aquello que sientes. Hay lugares y lugares, paisajes que te trasladan a un mundo sin fronteras, donde la inmensidad de los cielos se ve transformada por escenas en el que el amor siempre está presente. Un amor eterno, incondicional, duradero un amor que va más allá de la muerte, que perdura en el mundo, en el corazón de su gente, en cada una de las estrellas que brillan con fuerza en el firmamento.

El amor a los hijos te llena de situaciones sorprendentes, donde todo brilla bajo el calor de sus ojos, que nos ven siempre bajo un halo de una belleza infinita. Se acercaba el cumpleaños de Noa.

–          Diana, ya sé dónde podríamos ir en el cumpleaños de Noa, ella que siempre esta repartiendo corazones a diestro y siniestro. Estamos cerca de Agra ¿Porque no pasamos ese día en el Taj Mahal?, precisamente el lugar desprende ese amor eterno por el que fue construido. ¿Qué te parece?.- Ángel sabía que era imposible contestarle con una negativa.

–          Jo, me parece una idea estupenda….. ¿cómo no se me había ocurrido?

Y vinieron a mi memoria imágenes de esa joya misteriosa, y resurgieron las palabras que la describen en ese amor eterno que impulsó su creación.

“El Taj Mahal parece la encarnación de todas las cosas puras, de todas las cosas santas y de todas las cosas infelices. Este es el misterio del edificio”.

Rudyard Kipling

«Una lágrima en la mejilla del tiempo»

Rabindranath Tagore

«El Amor es la fuerza más humilde, pero la más poderosa de que dispone el ser humano.»                                                                                                                                                                      Mahatma Ghandi

Sexto cumpleaños en el Taj Majal

La familia en el Taj mahalEs increíble como esta pasando el tiempo, parecía ayer que celebrábamos el quinto cumpleaños de Noa y de nuevo era 27 de Octubre. Yo no me lo creía cuando mi tía Pili siempre me insistía en que a los niños el tiempo les parece siempre inmenso, segundos que parecen minutos, minutos que parecen horas, horas que parecen meses, y meses que dan lugar a años. Pero al crecer parece que el tiempo corra desesperadamente, sin darte cuenta y es entonces cuando todo se transforma a tu alrededor, los años, parecen meses, los meses horas, las horas minutos y los minutos son inexistentes. ¡Que locura, increíble pero cierto!.

Noa llevaba semanas restando los días que le faltaban para celebrar su cumpleaños. ¿A quien no le hace ilusión el acontecimiento de un día tan especial?, uno de esos solo para ti. Bueno, se de personas, que con el tiempo pierden la ilusión al cumplir un año más, no deberíamos desprendernos de tremendas emociones, pero desconozco la existencia de algún niño que no espere con ansiedad ese momento, al despertarse con más mimos que un día cualquiera, el de soplar las velas de su pastel, el de sentirse protagonista y único, el escuchar la historia del día en que vio el mundo por primera vez.

Las tiendecitas de juguetes en Delhi, las encontrabas por todas partes, en realidad buscábamos un peluche chiquito, para remplazar uno de los tantos que ha perdido durante el viaje. Y es que Noa se los lleva a todas partes, no se separa de ellos ni para lavarse los dientes, y en cuanto nos descuidamos en una de nuestras excursiones ya nos hemos dejado, el elefantito, el Mickey, el oso… en algún asiento olvidado, con los correspondientes lagrimones que se suceden tras la pérdida. Despertamos a Noa con un sonoro beso de su hermano seguido de los nuestros y le dimos un paquete escondido desde hacía dos días, envuelto en una hoja de muchos colores.

–          ¡Scruch, scricch, ohhhh! Una muñequita doctora, ¡eeeeey! Ishi mira puedo utilizar esto para escucharte el corazón. Guau, hoy ya tengo 6 años, ya soy una niña grande.- Noa estaba exultante, irradiaba felicidad en cada una de sus líneas de expresión.

Pasar el día en el Taj Majal fue un maravilloso regalo. Curiosamente, coincidía en ser un día especial para la población musulmana, celebraban el “Eid al-Adha (عيد الأضحى)” o fiesta del sacrificio. Día en que los musulmanes recuerdan que el Islam significa sumisión. Fue Abraham quien como prueba de su amor y lealtad a Dios estaba dispuesto a sacrificar a su hijo primogénito. Dios siendo clemente no dejo que sucediese la muerte y Abraham agradecido degolló un carnero ocupando el lugar de su hijo. En esta fiesta mayor, la población musulmana celebra desde primera hora del día acudiendo a la mezquita en familia, rezando a Mahoma y posteriormente realizan la ofrenda de un sacrificio animal como una acción de gratitud para Dios, por salvar la vida del hijo del profeta. El vaivén de ajetreo que observabas era un constante fluir. Nos hubiese gustado poder observarlo desde el cielo, esa maravillosa construcción blanca rodeada de un sinfín de personas de todas las edades, castas y religiones.

Nos dejaron entrar sin comprar la entrada por ser el día que era, la afluencia de personas era increíble, entramos a segunda hora cuando lo feligreses de Mahoma ya salían de la mezquita. A veces es un tanto incomodo cuando te encuentras con semejante marabunta, te da la sensación que no vas a ver nada, pero aquel día era una gozada verse rodeada de personas que mostraban tanta felicidad. Así que cada cual por su lado, nosotros en nuestra pequeña celebración familiar y ellos en la suya. El Taj Majal estaba imponente, esplendoroso en su blancura omnipotente.

–          Aita, mira, esta hoja parece un Corazón, mira como late “tuc tuc, tuc tuc, tuc,tuc”, me haces una foto.- dijo Noa.

Noa con un grupo de sijs en el Taj MahalConversamos con un gran grupo de varones sijs, sus brazaletes, sus dagas, la larga barba y los turbantes aportando color a sus vestimentas llamaban la atención de los niños. Les explicamos que estábamos celebrando el sexto cumpleaños de Noa y se quisieron retratarse con ella para que pudiese recordar ese día en su memoria. Sus caras eran amables, mostraban respeto, sabiduría y una alegría especial.

–          Hasta la vista amigos de tierras lejanas, que Dios os proteja en vuestro camino.– Los sijs levantaban la mano  en una sonrisa abierta a medida que nos alejábamos.  

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Nepal, un canto a la vida

Ojos de NepalHasta 1950, Nepal ha permanecido cerrado al mundo, fueron los alpinistas quienes buscando nuevas realidades descubrieron un país con infinitas posibilidades. Un pequeño país limitrofe con India y Tibet, que te embriaga en esa cultura milenaria, una extraña fusión India, china y tibetana.  Recorrimos Nepal de este a oeste. Un viaje apasionante desde el valle de Katmandú, en la hermosura de sus templos hindúes y budistas refugiados entre las cumbres más altas del planeta hasta Pokhara, siendo esta una pequeña población de montaña nacida a orillas del lago Phewa. Picos montañosos que surgen de entre las nubes, paisajes impresionantes que te dejan sin habla haciéndote sintonizar con la naturaleza en su estado más puro. El reflejo de estos parajes brilla deslumbrante, devolviéndote mágicas imágenes invertidas sobre sus aguas. En el horizonte, imponente, descubres sin gran esfuerzo la inmensidad de los Himalayas, hogar del gigantesco “Jety”, siempre enigmático y abominable hombre de las nieves o más conocido como “Migou” por los tibetanos. 

Namaste o  नमस्ते  Nepal

Namaste.- Namaste

.- Namaste.– Uníamos las manos delante del pecho en una pequeña reverencia.

Desde que descendimos del avión, una de las palabras que aprendes es “Namaste”. Me devolvió a la India, la cual había visitado a solas con Ángel hacia unos años. Es un placer levantarte e intercambiar esa forma de saludo.

No es solo la dulzura del sonido al pronunciarla, es la sonrisa que recibes a cambio, la calidez que desprende entre dos personas, y su significado, pues no es únicamente un saludo, es una manera de honrar a la otra persona, mostrándole respeto y agradecimiento. Es una palabra en sánscrito, lengua sagrada de la India, lengua del yoga, donde los mantras se nutren. Y su significado, lentamente, a medida que los días se iban sucediendo, se nos fue  revelando

“Yo honro el lugar dentro de ti, donde el Universo entero reside.

Yo honro el lugar dentro de ti de amor y luz, de verdad, y paz.

 Cuando tú estás en ese lugar en ti, y yo estoy en ese lugar en mí, somos sólo Uno”

Pokhara, un punto de partida hacia la inmensidad

Barcas en el Lago PhewaPokhara es el punto de partida de muchos trekkings, desde pequeñas excursiones a largos abordajes al Himalaya. Los artículos de material de montaña eran muy variados, siendo un constante las tiendas especializadas en la falsificación de grandes marcas deportivas. Ahora bien, si preguntabas al respecto, cualquier respuesta era un enigma. A veces me pregunto, cómo es posible que subsistan tantas y tantas tiendecitas dedicadas unas tras otras al mismo tipo de producto. Se diferenciaban cuatro tipos de lugares, hoteles, restaurantes, cada cual con un estilo más diverso, tiendas de deporte y tenderetes de artesanías nepalíes.

Por supuesto, una vez salías de la gran avenida, te adentrabas en un mundo salpicado de pagodas tibetanas donde el aire espiritual ligado a la belleza del entorno intentaba equilibrar esa desmesurada efervescencia que conlleva el turismo. El flujo de personas era de lo más variopinto, hippies asentados, nepalíes, tibetanos y turistas asombrados, maravillados, extasiados y anonadados por cada uno de los movimientos que se sucedían en ese pueblito a la vera del lago Phewa. Y la noche nos arropo dejando que el sueño nos invadiese meciéndonos en su suave melodía nepalí, un canto a la vida.

 Un Canto a la vida, a la alegría, a esos infinitos caminos a recorrer

Los primeros rayos despejando y anunciando el día.

El olor inconfundible del café por la mañana.

Una risa sonora que trasciende bien alto.

Un humor contagioso que desprende carcajadas sinceras.

La alegría de vivir de forma intensa.

 

Un suave sonido inunda la estancia.

Movimiento sutil de un cuerpo bailando.

El compás, el vaivén, la energía acompaña.

Un sinfín de notas se desprenden sin pausa.

Un músico comparte, disfrutando, alterando el ambiente.

 

El llanto de un niño que reclama un abrazo.

Un cálido abrazo que arropa ese llanto.

Un llanto apagado, trasformado en sonrisa.

Una manita entrelazada en una gran mano.

Un padre feliz, suspira a su lado, siguiendo el camino.

 

Esas pequeñas cosas que te regala la vida.

Esos ligeros instantes a saborear.

Pudiendo pasar rozando, casi sin ser vistos.

Esas diminutas sensaciones que te rodean.

Esos olores profundos que te trasladan a un mundo de felicidad.

 

El inicio de un viaje, la incertidumbre en la espera.

El regocijo de compartir una nueva cultura.

Un amigo, una amiga, una familia que te acompaña en su recorrido.

La ilusión, el jolgorio, la risotada, hilaridad imprecisa.

Días intensos, crecimiento familiar, unión incondicional.

Familia trotamundos

Sarangkot, una excursión nocturna

Annapurnas

Mañana madrugaremos muchísimo y ascenderemos por la ladera de la montaña con linternas hasta llegar a Sarangkot, asi que ya estáis espabilando para iros a dormir en un periquete.– la sentencia era firme.

–          Papis, con linternas en la montaña, Saran…. que…… guauuuuu, como mola.- Ishi ya empezaba a alterarse, lo teníamos merecido por explicar la sorpresa antes de tiempo.

–          Mami, yo también querré una linterna, preparamos un aperitivito, y porque no dormimos también en la montaña.- Noa daba brincos encima de la cama.

Un taxi nos esperaba a la puerta del Butterfly lodge, la oscuridad de la noche se veía mancillada por una luna casi llena y un sinfín de estrellas. Refrescaba, Ishi y Noa tenían un aspecto muy divertido con sus caritas de ojos legañosos reflejando claramente que si fuera por ellos abrían seguido durmiendo. Pero al mismo tiempo, en el trayecto del taxi iban sintiendo la excitación que les provocaba esta nueva aventura.

Nos despedimos del taxista y nos adentramos por un camino ascendiendo entre piedras, y pequeñas casitas que delimitaban el paso.

–         Aita, tengo una luz mágica, sígueme, yo soy vuestro guía.– Ishi ya había despertado del todo, no sabe estarse quieto.

–      Mami, me das la manita, es muy largo el camino.- Noa no acababa de entender porque ir en la oscuridad de la noche y no esperar a que se hiciese de día.

–          No Noa, tenemos que llegar a Sarangkot, antes de que despunte el alba, veras que hermoso, te llenaras de energía.

–          Jo mami, es que hace frio, y mis pies no quieren caminar hoy.- Noa protestaba con cara picara.

Tiene un sabor especial adentrarte en la oscuridad de la noche, los olores y sonidos se intensifican, la sensación de libertad se despierta y todo aflora al estar en penumbra. No teníamos mucho tiempo que perder pues el amanecer estaba al caer, apuntábamos a llegar a la cima antes de que surgiesen los primeros rayos del sol delineando el contorno de las montañas. Fue un momento especial, el cual saboreamos rodeados de un paisaje que nos  reforzó lo mágico que es estar juntos, lo espectacular de los espacios naturales, la fragilidad que existe en el cielo cuando los primeros rayos de sol acarician las cumbres. El amanecer nos regaló un maravilloso “namaste” en su fusión de colores, de cielos dorados, rojos, naranjas y violetas haciéndonos sentir una grata sensación de felicidad. Y desde el otro lado de las montañas, una voz nos llamó diciéndonos que tras el descenso podríamos conocer el reflejo del Himalaya sobre las aguas del lago, allá en lo alto, desde la “World Peace Pagoda”.

Butterfly Foundation in Nepal

Butterfly FoundationHabíamos contactado de antemano con Mr. Govinda, gerente del hotel y fundador de la Fundación Butterfly en Nepal. Parte de los benéficos del hotel, sabias que se destinaban directamente a su fundación. La Fundación Butterfly es una organización sin ánimo de lucro que apoya a familias de bajos recursos en Nepal y que está basada en Pokhara.

“We work directly with the local communities to find lasting solutions to poverty and injustice. Through child sponsorship in Nepal we aim to give our children the access to education, that will help lift them out the poverty trap. We seek to help and to be helped to ensure that poor people can improve their lives and livelihoods.”

“Trabajamos directamente con las comunidades locales para encontrar soluciones duraderas contra la pobreza y la injusticia. Mediante el patrocinio infantil en Nepal, con el objetivo de darles acceso a la educación, que ayudará a salir de la trampa de la pobreza. Procuramos ayudar y ser ayudados asegurando que la gente pobre pueda mejorar sus vidas y sustentos”

www.butterflyfoundation.org

Conocimos a los niños, a las profesoras que conviven a diario con ellos, a una voluntaria que estaba pasando unos días en la fundación. Compartimos experiencias, jugamos, saboreamos la comida preparada, bailamos y cantamos intercambiando algunas palabras.

–          Hola bonita, me llamo Diana.- La niña de las coletas al estilo “Pipi Langstrum” (Pipi Calzaslargas) me seguía a todas partes.

El tiempo como siempre en estas situaciones, paso fugaz, las caras de los niños hablaban por si solas, niños de ojos enormes, llenos de energía, inquietos, abrían sus manos en busca de abrazos. Ángel, Ishi y Noa se destaparon mostrando su destreza al cuidado de niños más pequeños.  Sueños de niño hechos realidad o sueños de adulto en los que ves posible como la humanidad desprende, en cuanto te acercas, un amor incondicional. Solo hay que tocarles las manos,  sonreír,  mostrarte cercano, acercarles la cuchara de papilla hacia sus labios, sonarles la candela que les cae de la nariz, abrazarles si lo precisan, escuchar cómo se sienten, percibir toda esa alegría que encierran y que te regalan sin siquiera haberles dado tiempo a conocerte mejor.

La interesante y animada Katmandú

Calle de KatmanduQue decir de Katmandú. A veces Nepal queda como un destino menos conocido, o bien menos atractivo, con no tanto que ofrecer como otros destinos. Y la verdad es que el sabor que nos ha dejado ha sido como el de degustar un nuevo plato con una receta milenaria, misteriosa y exquisita. Nos ha dejado aquel regusto incierto del querer repetir y descubrir los secretos de su encanto.  El mundo se abre a tus pies paseando por Katmandú, el espíritu de su gente se aprecia en cada rincón, un gran hormiguero repleto de vendedores que abarrotan las calles con sus infinitos puestos que te embriagan de colores. Palacios reales, venerados dioses hindúes sobresalen en los templos, esculturas eróticas describiendo la mitología. Sorprendentes cultos chamánicos que hacen que tus ojos no sepan hacia dónde mirar, un grupo de ancianas debatiendo en un templo, lo que daría por saber su idioma, la expresión de sus caras era un primor de sabiduría.

–       Namaste señoras, ¿solucionando los problemas del mundo?.- Sonrisas al responder.

Hay un lugar en Katmandú que nos traía de cabeza, pues si Nepal es una amalgama de culturas la gastronomía del país la conocimos de las manos del Yak Restaurant. Un lugar ideal donde degustas algunos de los platos más sabrosos. Entre “momos tibetanos”, “queso de leche de Yak”, “sopa Dal” y una cerveza tibetana servida en un barril lleno de semillas disfrutábamos de las últimas horas del día. Que bien sentaba esa cena  calentita, y la bebida, semillas de mijo de un color negruzco y que mezclaban con agua hirviendo. El sabor me resultaba similar al del sake. Todavía a día de hoy cuando nos trasladamos a Katmandú en nuestro pensamiento, nuestros pasos se dirigen hacia el Yak Restaurant, nos sentamos en una de sus mesas recordando el sabor de ese queso de búfalo tan intenso y sabroso que consigue que se nos haga la boca agua.

Nos podíamos haber perdido entre el gentío, parecía una avalancha de personas, casi todas en el mismo sentido, la vida del mercado es apasionantemente viva, tome a Noa sobre mis hombros, me daba más seguridad. Ishi se adelantó con su aita. Nos detuvimos en un parking de motos, increíble poder encontrar un poco más de espacio. Y en cambio hacían magia de la nada transformaban un metro cuadrado en cuatro.

–          Mami, cuantas personas que somos en el mundo verdad?.- Desde mis hombros Noa lo veía todo desde otra perspectiva.

–           Si cariño, no es precioso, mira cuanta vida, eoooo, nepalis!!!, nosotros somos de Barcelona.

La ciudad guardaba tesoros a cada paso, en cada rincón, entre las calles, las plazoletas, constituyéndose un paisaje urbano fascinante como aquel bombón misterioso que en su interior guarda un increíble, único y especiado licor que nos hace ante todo soñar.

Antes de dormirse, Noa dibujó un unicornio, lo puso bajo su almohada, y se fue a dormir con una sonrisa en sus labios explicando que su amigo aparecería en sus sueños y juntos se irían de nuevo hacia el Himalaya.

Katmandú desde las afueras

Banderas de PlegariaRecorrimos las afueras  de Katmandú guiados por el primo del dueño del hostal en el que nos alojábamos. A unos 11 km del centro, dirección noreste, encuentras una de las mayores estupas esféricas en Nepal, Boudhanath representando un mandala y destacando el dibujo de unos enormes ojos que parecían leer en lo más profundo de tu alma. Las estupas son un tipo de arquitectura budista y yaina hecha para contener reliquias y que deriva de los antiguos túmulos funerarios.

La vida del barrio tibetano de Bodhnath gira entorno a su estupa. Se construyó allí por estar en la ruta del Tibet que pasaba a través del Valle de Katmandú. Antiguamente, peregrinos y viajeros hacían una parada en Bodhnath pidiendo protección para el viaje o agradeciendo el haber llegado a destino sin percances. Hacia la tarde la afluencia aumenta y los budistas realizan sus ofrendas, circunvalando el templo en el sentido horario hasta que el día decide evadirse en la oscuridad de la noche.

Callejeamos antes de llegar a la entrada, toda ella rodeada de tiendecitas donde podías comprar elementos para el culto, rezo u ofrendas. Entre tanto, nos cruzábamos con oleadas de nepalís que venían fervientes a visitar la amada estupa. Los inmensos ojos seguían observándonos desde su cúpula, y nos adentramos sin miedo, en esa inquietud que te invade cuando algo no acaba de ser conocido, queriendo descubrir un poquito más de todo lo que nos ofrecía, su significado sigiloso permanecía escondido en lo más hondo de esos ojos que representaban la sabiduría de Buda, y al salir nos encontramos de nuevo con la realidad, un grupo de niños de unos 8 a 12 años esnifaban cola en una bolsa de papel.

–          Mama que hacen esos niños, tienen los ojos raros ¿Porque están solos?.- Ishi preguntó preocupado, sin entender.

–          Probablemente son niños de la calle, no deben tener padres, o bien no se ocupan de ellos, y están inhalando pegamento, para colocarse y así huir de la realidad.- Preferí contarle la verdad.

–          Jo mama, pero si tienen mi edad. ¿Cómo hacen cuando tiene hambre o sed?

–         Si cariño, la vida les está tratando con una dureza que no merecen. Ya me gustaría que fuese sencillo el poderles proporcionar una solución, pero por el momento al menos yo no la tengo.

El templo de Pashupatinath, puente entre hombres y dioses

Que felicidad amanecer a su lado y ver todo aquello que más amas en el mundo. Es tan diferente ver la vida a través de los ojos de tus hijos, todo adquiere un cariz que irradia trasparencia, pues parecen juntarse dos maneras de observar el mundo, desde el niño que eras y desde el adulto en que te has convertido. Por ello, ser madre a veces es tan difícil, tienes que aprender de nuevo sobre lo aprendido erróneamente, desmitificar y colocarlo todo de acuerdo a como realmente lo sientes, lo percibes, y lo vives en el ahora, en tu presente.

Cremaciones en el templo de PashupatinathEntrar en el templo de Pashupatinath en familia y explicarles a nuestros hijos lo que verían una vez dentro fue algo que personalmente me revolvió en un sinfín de pensamientos contradictorios. Si bien, ya durante todo el recorrido por Latinoamérica, te das cuenta de que la cultura está presente en cada ritual, y de que nos despedimos de nuestros seres queridos de formas muy diferentes dependiendo de nuestras creencias.

En Nepal se confirmaron con fuerza que la visión que uno tiene sobre la muerte en nuestra cultura occidental esta erróneamente ligada al dolor, al sufrimiento, a la negación del final de un ciclo que al fin y al cabo es ley de vida.

“El lugar más impactante de Katmandú es el templo de Pashupatinath, a orillas del río Bagmati –una arteria del sagrado río Ganges–, que al descender del Himalaya “comunica” a los hombres con los dioses. “

Rigveda, antiguo texto sagrado de la India

Y a través de los ojos de nuestros hijos pude ver uno de los templos del dios Shiva en su ambivalente papel de creador y destructor. Cada día descienden los fieles por las escalinatas del templo, hasta el rio Bagmati, cuyas aguas  purifican sus almas. De la nada sentados entre los escalones meditando, te sobresaltaban las figuras de los “Saddhus” hombres sagrados, tiznados con cenizas en sus túnicas anaranjadas y sus largas cabelleras trenzadas en lo alto.

Las piras funerarias sobresalían en los diferentes “Ghats”, escalones cerca del rio, donde los familiares rodean a su muerto, en un último adiós dándole de beber agua del rio sagrado antes de proceder en la incineración. Acompañado de sus seres queridos, el cuerpo va desapareciendo, transformándose en cenizas que serán trasportadas por el rio al encuentro de su Karma. La corriente del rio abrió las aguas creando un puente entre hombres y dioses, trasladando sus cenizas y liberándolas del sufrimiento de la vida.

–        Vamos niños, ya es hora de ir a casa.- Miraba a mis hijos con cierta inquietud, intentando saber si estaban digiriendo todo lo acontecido.

–          No mami, espera, queremos ver como se apaga el fuego y sus cenizas se despiden en el agua.- Noa e Ishi miraban fascinados el fuego, parecían serenos forjándose probablemente una idea más cercana sobre que es realmente la muerte.

Chitwan National Park el corazón de la selva

Rinocerontes de un cuerno en ChitwanRecorrimos el parque desde varias de las posibilidades que ofrecían, desde las alturas del lomo de una elefanta en ese contoneo constante, entre los brincos y traqueteo en el asiento de un jeep, descendiendo suavemente en una sencilla canoa de madera meciéndonos a través del rio y disfrutando del silencio, y a pie dirigidos por nuestro guía adentrándonos en la selva a través de senderos serpenteantes.  Chitwan significa “el corazón de la selva”.

La familia real nepalí recorría esta gran extensión desde el siglo XIX como terreno de caza.  En el año 1984 el parque fue declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO. Los tharu, un grupo étnico, originarios de Terai, disfrutan de esa belleza a diario. La comunidad indígena son considerados descendientes de Siddharta Gautama fundador del budismo.  El elefante seguía su recorrido, las copas de los arboles parecían cercanas, nos encontramos con un increíble rinoceronte de un solo cuerno, nos sentíamos seguros desde la grupa y con la posibilidad de observar al magnifico ejemplar desde un lugar privilegiado, gacelas, infinidad de pájaros, todo colorido, cocodrilos, la fauna era un constante y el entorno natural un tesoro que crecía libre y lleno de esplendor.

–          Mami, ¿el tiempo cuando pasa a dónde va?

–         Pero que quieres decir con  ¿a dónde va? – la pregunta de Ishi me dejo pensativa y me asombró al mismo tiempo.

–          Pues sí, todos esos minutos, las horas, una vez han pasado donde van a parar, que es lo que hacen, vuelven de nuevo de regreso…

–          Caray que te has despertado  filosófico hijo, déjame ver cómo responder a ello  ¿ y tú que crees?.- Le conteste dándole la vuelta a la tortilla, dejando la pelota de nuevo en su campo.

–          Mami son los gnomos los que se encargan de recoger el tiempo y ponerlo de nuevo en el reloj.- Noa había aportado la solución.

No os podría decir que es lo que disfrutamos más, si las conversaciones que se establecen en familia, la bendita naturaleza, los silencios compartidos, puesto que desde el silencio también se dice tanto, los nepalís gente amigable, sencilla, tranquila, el amor que sientes por los animales, y lo que te transmiten guiándose únicamente por el instinto, vuelves a querer nacer y crecer en ese entorno sin barreras, aprendiendo a vivir y dejándote llevar en ese ciclo de la vida.

–          ¿Si volvieses a nacer que animal te gustaría ser?.- Los niños dormían, las manos de Ángel masajeaban mis pies, no podía desprenderme de la mirada del rinoceronte, tan directa, tan viva.

–          A mí, ¡ummmm!, a mí una mosca cojonera, Diana, una mosca cojonera.- jajajajaja la explosión de risas casi despierta a los niños.

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Chiang Mai, una verde metrópolis

El arte de vivir en Tailandia

Estatua de un buditaDesde que pisamos Tailandia, constantemente me aflora el dicho “una sonrisa vale mas que mil palabras”. Pero es que Tailandia es un país de sonrisas, y pasear entre su gente es un verdadero placer que te llena de un estado de especial felicidad. La hospitalidad y el encanto de estas personas es envidiable, su ancestral cultura, la herencia histórica, los verdes de su naturaleza, los arrozales, la belleza de las playas, esa manera de cocinar tan sabrosa…. la fragilidad que conlleva mantener todo ese encanto siendo uno de los 10 destinos turísticos más visitados del planeta hace que se me pongan los pelos de punta.

La forma de ser y sentir de esas gentes es absolutamente maravillosa, la divinidad de los templos, esa alegría de vivir que puedes palpar en cada detalle, desde su arte en darte un masaje y hacer que tu cuerpo no solo se relaje sino que llegue a contactar con su yo mas profundo, a su gastronomía tan difícil de definir en esa complejidad de sabores, combinaciones y aromas. No es un secreto oculto, existe, solo hay que desplazarse y llegar a ese entorno lleno de complicidad.

Una abuelita monitorizada

Lucy, la abuelita motorizadaChiang Mai, es la segunda ciudad más grande de Tailandia, de orígenes indígenas, se encuentra a 700 km al norte de Bangkok, salpicada por las fértiles aguas del rio Ping. Rodeada de templos y de un paisaje frondoso, donde el verde sobresale por encima de todo. Floreció como un importante centro religioso, donde comercio  y cultura iban de la mano, que sucumbió ante el ataque del ejército birmano en 1556. Podría llamarse de infinitas formas, pues es un verdadero tesoro, pero se la conoce como “La Rosa del Norte”, no se exactamente el porqué. Si alguno de vosotros sabe la leyenda a ese nombre nos encantaría poder conocerla.

La experiencia en la convivencia con cada familia te lleva a no hacerte nunca una idea de las mil y una posibilidades con las que te puedes encontrar. Te equivocarías desde el principio si intentases hacerte  una pequeña impresión sobre el hogar donde vas a vivir esos próximos días. Ahora bien, desde el primer encuentro los niños nos han mostrado con una naturalidad  increíble lo que podemos esperar. En general te encuentras un gran mundo abierto a tus pies

donde el pilar fundamental es el respeto, el intercambio cultural y la confianza.

Lucy es una mujer americana de 73 años, muy activa y constantemente en movimiento, los niños enseguida se encariñaron con ella llamándole “la abuelita monitorizada”. Les tenia sorprendidos el que una persona mayor se desplazase de un sitio a otro en motocicleta, cubriéndose su cabello pelirrojo con un casco que todavía le daba un aspecto mas cómico. Para ella, tenernos en su casa, fue un gran reto, pues nunca había alojado a una familia de cuatro con dos niños pequeños, los cuales decía estaban cargados siempre de una increíble energía.

Picante, agrio, dulce, salado y amargo

La cultura de cada país puede saborearse en la exquisitez de sus platos. De la gastronomía Thai probablemente diríais que es picante y especiada. Pero si os preguntáis por sus secretos, la descubriríais al aprender a mantener un equilibrio en un inmenso abrazo entre los cinco sabores fundamentales en cada una de sus recetas; el despertar del picante, la insensatez de lo agrio, lo delicioso del dulce, lo ingenioso del salado y lo trágico de lo amargo.

Frutos secos en el mercado de Chiang MaiHay un dicho entre su gente que dice “mai pet, mai aloe” cuyo significado es “no pica, no gusta”, tienen un paladar asombroso en el que si no distinguen la cantidad adecuada del verdadero sabor de los chiles rojos no se sentirán realmente cautivados al degustarlo. Por otro lado, la guindilla les aporta un alto contenido en vitaminas y al neutralizarlo con lima evitan la posibilidad de bacterias.

El sonido de “mai pet” lo aprendes rápido, por supuesto en nuestro caso no para decirles que añadan un poquito mas, sino todo lo contrario. Ishi y Noa añadían siempre esta coletilla al pedir algún manjar en uno de los tantos mercados al aire libre que encontrábamos en nuestro camino.

Ummm!, cualquier receta conlleva un momento social idóneo para compartir y dialogar. Que rico esos olores que desprenden los productos frescos al aire libre, el traqueteo de la gente en su devenir, el sonido bullicioso de los mercados, la inmensidad en su colorido  y  tantas, tantísimas delicias juntas dispuestas a poder derretirse en tu paladar y hacerlo gozar.

Una gran familia de elefantes

Elefanta pintando en el Mae Sa Elephant CampEl tuk tuk nos dejó  en la entrada del campamento de elefantes de Mae Sa. La sensibilización familiar y la estima hacia estos animales es un constante, se refleja continuamente en nuestras charlas, no hay día que no salga con admiración la palabra “elephant”.

–          Pero Mami, ¿No podríamos tener un elefante en nuestra casa? De verdad que yo sería quien lo cuidaría. Venga por favor, porfa….. Dime que sí- Noa me ponía su cara más dulce y su cuerpo vibraba con esa ilusión infantil que nunca deja de sorprenderme.

En Tailandia culturalmente el elefante significa poder, desde tiempos del reino de Siam se convive y se aprende el arte de domesticar a estos increíbles paquidermos.

El elefante blanco, el más poderoso, aparece en su bandera considerándose sagrado. Habíamos oído hablar del gran trabajo que hacían en ese lugar, así que nos adentramos en el con unas ganas locas de conocer más sobre ellos. El trabajo que realizan allí es continuo, combinando actividades destinadas a la necesidad de recaudar fondos, con  los cuidados necesarios para conseguir seguir firme con su filosofía.

Our philosophy is to create a natural and healthy environment for the elephants while working to conserve and breed them, due to the dwindling number of Asian elephants left in the wild.”

www.maesaelephantcamp.com

De esta forma puedes verte involucrado en un sinfín de actividades, unas mas turísticas y otras en las que el buen trato que reciben queda reflejado en las diferentes áreas, teniendo en cuenta el bienestar del animal en su integración social al turismo, y su salud bio y psicológica.

La luz dorada de los templos

Paseando por la ciudad, entras en una gran variedad de posibilidades de recorrer las laberínticas calles, a través de los mercados, jardines escondidos, no hay perdida, simplemente los templos están dispersos por todas partes. En ellos encuentras momentos especiales donde la armonía forma parte del lugar. El olor a incienso, la espiritualidad que te rodea, la gran creencia y respeto. Los templos, grandes o pequeños, son lugares sagrados donde puedes darte cuenta de su profundo significado cultural. El budismo forma parte de ellos, su filosofía de vida.

Buda Esmeralda–        Noa, no te olvides de quitarte los zapatos al entrar.- A pesar de estar ya más que acostumbrada, muchas veces se olvidaba que todavía los llevaba puestos.

–        Y seguro veremos de nuevo a buda. 

–        Ah! Pero esta vez, veréis un buda hecho de esmeralda, a ver si encontráis a un buda verde.- A veces hay que motivarles de nuevo pues como niños que son, tras un rato viendo templos no querían descubrir otro, así que en cada uno de ellos buscabas la diferencia.

–       ¿Verde como los marcianos?.- Que risa tras su cara de sorpresa.

Por supuesto, la vida que se crea alrededor de los templos es un continuo fluir, tenderetes dispuestos para los turistas, puestos de frutas, pequeños quioscos de venta donde las velas, las flores y el incienso son un constante. Así que es fácil perderse, tanto dentro, con su esencia espiritual, como fuera, con el espíritu mercantil y el regateo.  Pasando del trabajo espiritual al libre comercio. No nos decidíamos por cual era más bello, cada uno en su particularidad tenía su encanto. Seguíamos dando vueltas alrededor de la cúpula dorada, dando tres vueltas en su presente, pasado y futuro, siempre en el sentido de las agujas del reloj, cada cual con sus pensamientos, haciendo girar los mantras que fluían escritos en rodillos de bronce.

–          ¿Y que tenemos que escribir aquí? Podemos…- Ishi y Noa miraban absortos como los lugareños escribían sobre una gran tela anaranjada, en esa hermosa letra ininteligible a nuestros ojos.

–          Por supuesto, escribid aquello que os salga del corazón.- Ángel les ofreció un rotulador

Las velas se iban encendiendo, los monjes bendecían a los feligreses, nos arrodillamos entre ellos simplemente observando y sintiendo a tu alrededor, una mano dispuesta sobre la palma abierta de Buda. Y paseando descubrimos entre los arboles un universo de palabras.

Mano con mano con BudaUn universo de palabras

“When Money speaks, truth is silent” – “Cuando el dinero habla la verdad calla”

“It is easy know man’s face, but it is difficult to know his thought” – “Es fácil ver la cara de la gente, pero no sus pensamientos”

“Better is to speaks unpleasant truth tan to tell lies” – «Es mejor decir verdades desagradables que mentiras»

“Education is a guide, knowledge is a Key” – «La educación es la guía, el conocimiento la clave»

“Living without hope is like burying oneself” – ¨Vivir sin esperanza es como enterrarse asimismo»

“Crying with the wise is better than laughing with the fool” – «Mejor llorar con el sabio que reir con el tonto»

 Despidiéndonos en el Zoo de Chiang Mai

Cartel Zoo Chiang MaiObservando los animales del zoo te das cuenta de lo fundamental de la libertad. Por un lado, al tener niños, muchas veces no hemos visto la alternativa contraria a no tener que visitar de nuevo un zoo. Y es que a mí en particular, por muy bien cuidado y pensado que este realizada la distribución de cada área en el lugar, siempre coincido en lo mismo. La falta de libertad me trasporta a un estado de tristeza que me impide salir con una sensación de haber disfrutado plenamente. De todas formas, lo críos adoran el zoo, las actividades educativas ligadas a cada representación, el poder ver de cerca tantísimos animales a los que admiran por diferentes motivos. El encuentro con otros niños y la constante posibilidad de jugar que conlleva. Y entre tanto, el sinfín de preguntas que te hacen, no solo acerca de sus amigos favoritos, los animales, sino gran variedad de ellas como la que aconteció tras darles un billete para pagar un bolsito en uno de los muchos tenderetes.

De compras en un mercaditoTras cada cambio de país, las monedas y billetes van cambiando en su variedad de formas, colores y material utilizado en su fabricación.

–        Aita ¿Quién invento el dinero? ¿Quién lo fabrica? ¿Y porque no hacen mucho, para poder repartirlo a todo el mundo?.- Ishi ya sabía que en Tailandia la moneda oficial se denomina Baht.

–        Bueno es una larga historia, nos tendríamos que remontar a la época de los fenicios y… bueno estaría genial poder fabricar tanto dinero como hiciese falta, pero todo es mucho mas complicado….- La verdad, Ángel no sabia muy bien por donde empezar.

–       Pero a ver, estos fenicios podrían haber dicho que todas fueran iguales. ¿Como es que en cada país que vamos las monedas y los billetes cambian y son tan diferentes?, podrían hacerlos igual para todo el mundo, así seria menos lio para todos.- Ishi insistía en simplificarlo todo.¨

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Reencuentros varios en Tailandia

Como me gustaría poder veros por un agujerito

De los dos meses que pasé en Barcelona, la de veces que tras conversar con ellos, lo último que les decía era:

–           Como me gustaría poder veros por un agujerito.

Entre los murmullos diversos que escuchaba entre países. Fueron muchas veces el saber de ellos a través de las voces de mis hijos contándome sobre sus desventuras, el eterno ¿Cómo está el abuelito?, el ansiado ¿Cuándo podrás regresar? Y el tierno, “te queremos mami un abrazo de oso, vuelve pronto”. Y a mi demanda de ese agujerito, Ángel compuso el vídeo de los elefantes y de su estancia en Sayaboury. Sentí cerca el apoyo de mi familia y amigos, redescubrí a mi padre, siendo un placer verle cada vez más recuperado sabiendo que pronto me encontraría de nuevo con ellos.

Del Skype al abrazo en Bangkok

Los ciclos en la vida se abren y se cierran, no sé exactamente como, pero así funciona, al menos respecto a mi manera de observar el mundo. Durante el viaje han sucedido un sinfín de acontecimientos, a través de los cuales maduramos, crecemos, abrimos los ojos, lloramos y reímos a la vez. Qué difícil es aprender, deambulando a través de un fino hilo que sin darte cuenta te va guiando y te lleva a descubrir aquello para lo que realmente, sin saberlo, ya estabas preparado.

Las horas de avión pasaron fugaces en los cien mil pensamientos que me inquietaban. Me conmueve el acercarme a mi cultura, poco a poco las voces, la lengua, los gestos, la manera de vestir que te rodea, te reafirma que cada vez estas más próximo a tu lugar de origen. Mientras que cuando vas en sentido contrario, todo se va trasformando y paulatinamente esos  sonidos, olores, afinidad que te envuelve y que te resultan tan cálidos, van diluyéndose, desdibujándose y transformándose en algo diferente que te revelara una nueva cultura con formas a primera vista bien diferentes.

El avión aterrizó en Bangkok, la maleta me esperaba rodando en la cinta, y allí estaban Noa, Ishi y Ángel tras esa línea que separa los pasajeros de los familiares. Que ternura poder abrazarles de nuevo y sentirlos entre mis brazos.

Mae Sot, rencuentro con Marc

Marc en la "Chicken School"Marc ha estado en nuestra retaguardia, en Barcelona, desde el inicio de nuestra odisea. Todo fue pura casualidad o bien para quien no crea en las casualidades estaba en nuestro destino cruzarnos en el camino. Ángel y él se conocieron mientras que preparábamos el viaje, y entre ambos surgió ese tipo de entendimiento que lleva a las personas a ayudarse mutuamente. Es un apasionado de los viajes, de carácter alegre, muy motivado por temas sociales y humanitarios. Nos ayudó a crear nuestra pagina web, de echo la idea de Educaction se fue desarrollando mientras nuestros lazos se hacían mas estrechos, los videos de los preparativos y una de las fotos que mas me gustan de la familia, aquella que consta en la portada en que salimos uno detrás de otro con nuestros manos cogiendo los hombros del siguiente en edad, nos la tomó Marc el en la playa de San Pol de Mar, una semana antes de nuestra marcha. Tras ese seis de Julio del 2011, siempre hemos mantenido contacto, siendo nuestro anclaje en Barcelona y haciendo un poco de moderador cuando perdíamos la objetividad. Él, forma parte del equipo que creo la ONG Colabora Birmania, que trabaja desde hace años en Mae Sot colaborando a través del voluntariado. Definitivamente este año se ha liado la manta a la cabeza y ha decidido ir a vivir y seguir trabajando desde allí.  Mil gracias Marc por mostrarnos un poquito más de mundo bajo tu cálida compañía.

 “ Colabora Birmania lo formamos un grupo de personas que hemos trabajado en Mae Sot (Tailandia) a través de un voluntariado.
Durante meses vivimos las injusticias y el sufrimiento de los refugiados e inmigrantes birmanos y hemos optado por quedarnos de forma permanente y crear Colabora Birmania.
A través de esta ONG aportamos nuestros conocimientos, experiencia e ilusión para mejorar las condiciones de vida de la población birmana desplazada en Tailandia por uno de los conflictos más atroces y olvidados de Asia.
Estamos en Mae Sot (Tailandia). Esta población se encuentra a 4 km de la frontera con Birmania. Su situación fronteriza hace que sea el lugar donde se forman más asentamientos de birmanos, inmigrantes y refugiados, que huyen de la pobreza y opresión de su país. Cruzan el río que les separa de Tailandia y llegan a este país con la esperanza de mejorar sus vidas.”
Carmen, Marc, Meri, Javi y Claudia

De Barcelona a Mae Sot

Marc en la "Chicken School"En el inicio, al principio de nuestro encuentro en Barcelona ya noté un “feeling” especial. Ha pasado más de 2 años y aunque estemos lejos, siempre he pensado que tenemos una unión muy fuerte. Pero no ha sido hasta ahora, que la familia viajera ha venido a Mae Sot en Tailandia, cuando he notado que se ha cerrado un círculo. He seguido su viaje como si fuera el mío, he disfrutado como el que más con sus experiencias y por fin, ahora ya puedo decir que soy un trozo pequeño de esas mismas… Ángel, Diana, Ishi y Noa han estado aquí! 🙂

Después de más de un año de emails y skypes (bendita tecnología) he podido verlos y estar con ellos unos días. Su viaje no es cosa fácil así que al llegar a Mae Sot se dejaron llevar y me tocó el papel de guía y mostrarles la ciudad, y la situación birmana en esta parte del país.

Vivir en Mae Sot es como vivir en un pueblo que es como si fuera el fórum de las culturas. Población multiétnica compuesta de tailandeses, birmanos, chinos, karen, musulmanes, etc…

Los que predominan más son los birmanos, con una población de casi 2 millones en todo el país, viven muchos de ellos de forma ilegal. Muchos han tenido que huir de su país a causa de la dictadura militar que gobiernan, y han tenido que buscarse una vida mejor al otro lado de la frontera. Los niños de estas increíbles personas se merecen una educación y una infancia digna.

Estar a diario con estos niños es como convertirte de nuevo en uno de ellos, irradian inocencia y transmiten esa sonrisa tan pura. Cada día pienso la suerte que tengo de encontrarme aquí y de poder compartir momentos con esta gente. Sin quererlo muchas veces nos ayudan más que nosotros a ellos.

Al estar con la familia me fijé en ellos. Ishi y Noa llegaron a las escuelas un poco tímidos, pero al cabo de un rato, ya estaban corriendo, jugando con ellos, y hablando con gestos y sonidos. Que más da si tienen el pelo rubio o moreno, si tienen los ojos grandes o rasgados, si vienen de oriente u occidente, los niños son niños y fue una gozada verlos juntos.

Por fin pude hablar largo y tendido con Ángel, como siempre, no para de darle vueltas a la cabeza con temas y nuevas ideas. Seguro que serán de lo más interesantes. Tu mente nunca descansa! También pude ver el cariño y la paz que transmite Diana sobre todo con sus hijos, bendita bendición! Qué bien te habrá ido esta habilidad durante el viaje! Y finalmente los niños: Ishi, ese culo inquieto, siempre curioso y con ganas de aprender y la pequeña Noa, ojalá nunca pierdas esa inocencia que te hace ser tan especial!

Ha sido un placer estar con la familia, que me hayan hecho partícipe de su proyecto y haber compartido su experiencia en esta parte de Tailandia.

Os sigo, soy vuestro fan y nos vemos muy pronto! 😉

Marc Komas

Un día en el “Chicken School

“El Chicken School es una guardería que cada día recibe a 85 niñas y niños birmanos. Durante todo el día son atendidos por personal local y Colabora Birmania cubre todos los gastos de mantenimiento de la guardería y de alimentación de los niños.”

Colabora Birmania ONG en Tailandia

 –          Mañana iremos a comprar al mercado la comida que necesitan en el “Chicken school”, me tendréis ayudar vale chicos.- Marc estaba implicando a los niños en la visita de mañana.

–          Vale, ¿Y para cuantos días compraremos, que tenemos que comprar?.- Ishi y Noa estaban contentos de ayudar.

Los mercados son realmente fantásticos, es una presencia constante de estímulos para tus sentidos, colores, olores, y ese fluir de las personas en su trajín por encontrar lo necesario para la semana, o bien ese mismo día, pues muchas de las familias viven comprando con lo necesario para ese día. Marc esta progresando en su tailandés, así que los momentos en el mercado son estimulantes pues puede tener sus pequeñas conversaciones en las que va interactuando en esa lengua que para nosotros suena tan extraña.

Unos litros de aceite, huevos, pollo, verduras, frutas, cereales… Íbamos recorriendo los diferentes puestecitos del mercado Birmano asentado en Mae Sot, casi lo teníamos todo, nos desplazamos a la ultima de las tiendas, donde como un ritual semanal nos prepararon un te servido con un tentempié a base de judías secas. En esta tiendecita donde básicamente se especializan en arroz les gusta negociar el precio antes de finalizar la compra, es agradable pues mantienes una relación estrecha con los dueños y poco a poco vas intimando. Los niños se quedaron encantados cuando vieron que la dependienta les regalaba unos “tetrabricks” de un Yogourt de frutas. Estábamos listos para visitar el “Chicken school”.

Día de examen

Estudiante en la Escuela del Km42–          Que raro. están más silenciosos que de costumbre, normalmente en cuanto nos oyen nos reciben y ya los tienes saltando a tu alrededor.- Marc estaba asombrado.

Los niños estaban realizando un examen, por ello el silencio.  De todas formas nuestra llegada contribuyó a desconcentrarlos un poco, las miradas de reojo y sonrisas picaras eran constantes. Unos ojos enormes, llenos de energía, resaltaban en esas caras hermosas. El respeto al adulto era fascinante, al pasar por nuestro lado sus cuerpitos se inclinaban. Habíamos llegado prácticamente a la hora de comer. Normalmente están acostumbrados a visitas de extranjeros que realizan trabajos de voluntariado en la escuela, dando clase de ingles o colaborando de diferentes formas. Ahora bien, nunca habían tenido una visita de una familia con niños, así que Ishi y Noa eran la novedad.

Uno de los jóvenes profesores nos invitó a la clase de los más pequeños. A Marc se le subían al regazo y poco a poco ya estábamos rodeados de toda la clase que danzaba a nuestro alrededor. El profesor les animó para que cantasen un repertorio de lo más variado. Es una gozada cuando te ves envuelta de esa felicidad infantil, a pesar de las dificultades de sus familias, en el colegio se les da educación y comida, hace falta trabajar junto con los padres, pues muchas de las familias no ven lo necesario que es la educación, les llevan pues saben que allí están bien alimentados y atendidos, pero en ocasiones esos niños en cuanto tienen una edad mínima son llevados  a las plantaciones para  ayudarles en su trabajo de cultivo y ganarse su sustento diario.

Niños meditando en la "Chicken School"El profesor se sentó en el suelo en posición de loto, fue un momento especial, cada uno de ellos se fue relajando, manos juntas, escuchando el mantra que emitía el joven, alguno de los mas pequeños se les cerraban los ojos y terminaban durmiendo, cabeceando hacia el hombro del compañero. El olor de la comida se hacia mas intenso, las mesas estaban preparándose por los de más edad. Ishi y Noa colaboraron en el reparto de platos, mientras otro grupo de niños preparaba los cepillos con la pasta de dientes en una mesa para que estuviesen listos tras la comida. La disciplina entre tantos niños era necesaria para que todo fuese funcionando con su sentido.

–          Ahora que ya conocéis la escuela, ¿Queréis ir otro día a realizar alguna actividad en el “Chicken School”, algo que les queráis enseñar y que penséis que les pueda gustar?.- Les pregunto Marc de regreso al hotel.

Compramos unas páginas de colores y unos globos. Ese día, si que nos esperaban con los brazos abiertos y las sonrisas contagiosas. Noa e Ishi estaban inquietos, estaban impacientes por realizar las actividades. Ishi se hizo un lio al intentar mostrarles como hacer un avión de papel, todos los críos se pusieron en círculo, Noa fue repartiendo una hoja por niño.

–          Ahora doblamos el papel así, y ahora asa, y ahora……- No era tan fácil como pensábamos, pero estaba siendo la mar de entretenido. Poco a poco cada uno de ellos doblaba el papel consiguiendo su avión, algunas lenguas salían de las bocas mordiéndosela con la punta con los dientes en esa dificultad de conseguir un nuevo paso.

–          Fuuuussssss, scruñch…– Los aviones desfilaban de las manos volando de un lado para otro del círculo. Las caras de alegría ya te dejaban satisfecha para el resto del día.

Le tocaba el turno a Noa, a quien le fascina doblar los papeles y cortar dando formas diferentes al papel. El momento mágico es cuando lo vuelves a abrir y encuentras un folio transformado con un sinfín de agujeros de formas asombrosas. La “Seyamá”, “pequeña profesora”, como la llamaron, iba dando las instrucciones en un lenguaje corporal que nos hacia reir, entre tímida y segura iba conversando en castellano, dando cada una de las indicaciones. Luego se iba acercando a cada niño asegurándose que seguían los pasos. Se puso contentísima cuando la aplaudieron al finalizar la actividad. Era el momento de hinchar los globos de colores y dejarles jugar con libertad. Fue un día estupendo.

Erase una vez una barraca de curas transformada en clínica

Llegamos cerca de la frontera Birmana, giramos y aparcamos el coche en un lugar en lo que todo era pura actividad. Marc nos presentó a Albert, un arquitecto de Barcelona que trabaja colaborando en la clínica, y nos fue explicando en su paseo como la Dra. Cynthia, fundadora de la clínica, transformó una pequeña barraca en lo que hoy es “Mae Tao Clínic”. La historia y la fuerza de esta luchadora incansable son fascinantes.

 “The Mae Tao Clinic has gone from being a simple, one-roomed building with only a rice cooker to sterilize instruments, to a large and organized Clinic providing healthcare to over 150.000 displaced people per year”
“El Mae Tao Clinic ha pasado de ser un edificio de una simple habitación con una olla de cocer arroz utilizada como esterilizador de instrumentos, a una Clínica amplia y organizada que proporciona la asistencia médica a más de 150.000 desplazados por año”

www.maetaoclinic.org

Niño con su hermanito en la Mae Tao ClinicLa clínica da accesibilidad y asistencia médica de calidad a los desplazados birmanos a lo largo de la frontera birmano-tailandesa. Durante el recorrido todo era un fluir de acontecimientos ligado a la salud de los birmanos. Un niño esperando a sus padres, con un bebe recién nacido en sus brazos, el pie todavía pintado con la tinta que utilizan para poner su huella en el certificado de nacimiento. Una mujer joven, de la mano del brazo del hombre, aun dolorida tras el parto.

Una sala de espera llena de niños, unos llorosos, otros con mocos, enfebrados, en los brazos de sus madres. Los sanitarios moviéndose de un lado para otro en un recorrido incierto, dando las instrucciones pertinentes. Una mujer con una escoba limpiando una de las salas. Un pabellón seguido de otro, en sus diferentes secciones. Ajetreo, movimiento, trabajo por doquier, sonrisas, griterío, conversaciones, batas blancas, enfermos, sanitarios, no sanitarios, una lucha por la vida…

Experiencias desde el Km 42

Mural en la Escuela del Km42“El colegio “km 42”  ha sido construido por Colabora Birmania. En él estudian 400 niños y niñas birmanos. Junto a otra organización local, cubrimos todos los gastos de escolarización junto a otra ONG y ofrecemos una comida completa diaria a todos sus alumnos. De esta manera evitamos que los niños tengan que trabajar para ganarse su propio sustento.”

Colabora Birmania ONG en Tailandia                        www.colaborabirmania.org

El día había empezado un tanto desangelado, las nubes de un color grisáceo, el coche no quería seguir subiendo la cuesta, el motor empezó a calentarse y revolucionado como estaba tuvimos que parar a mitad de camino de la escuela del Km 42, donde nos esperaba dos días llenos de sorpresas. Empezaba a llover, descendimos del coche y nos enfundamos en nuestros chubasqueros. A los cinco minutos un coche paraba para ayudarnos a ascender la empinada cuesta, lo ataron con una gran cadena de hierro, pusieron primera y remolcando a la pickup, conseguimos llegar a la cima. Tras ese pequeño descanso y sin tanta cuesta por delante el coche decidió seguir camino consiguiendo llegar a la escuela donde un sinfín de sonrisas llenas de energía sabia de nuestra llegada. Rebeca trabaja como voluntaria en el Km 42 dando clases a los niños, al igual que a Marc le adoran, y a la que aparece en escena todo adopta un cariz diferente, saben que la actividad y la hora de clase esta a punto de iniciar. Les tranquiliza con canciones haciéndoles bajar el tono de sus voces, pues son muchos por aula y algo hay que idear, sino es todo una locura.

Profesor contando el cuento de Caperucita en birmano

Niños escuchando el cuento de Caperucita

L@s profesor@s birmanos, la mayoría jóvenes y motivados pueden hacer maravillas, teniendo en cuenta los escasos recursos materiales con que cuentan, el calor que hace en las aulas, el número de alumnos por profesor, la dificultad añadida de las realidades familiares que viven o han vivido. La imagen que transmitían estaba llena de magia, un baile en el que danzan de los más pequeños a los más adolescentes, desde la cocinera que da sabor a los guisos, al tendero que pidió tener una pequeña tiendecita a su vera…. Desde el albañil que puso la primera piedra a ese nuevo comedor, a los padres que batallan a diario con el sol trabajando en los campos ganándose el sustento de la familia… Bailan y danzan al son de una música que crean a diario entre profesores y alumnos. Un director que lucha por llevar todo adelante, esa ayuda externa de las dos ONG que en sus ideales colaboran a que un proyecto se haga realidad. Los sonidos grabes de las dificultades que encuentran en el camino, momentos de crisis en que parece que la ayuda externa esta disminuyendo, hay que buscar más fondos, conseguir multiplicar por tres kilos el kilo de pollo, por tres el de arroz, por tres el número de profesores, por tres esa motivación que consigue sonrisas y felicidad en esas caras infantiles llenas de ilusión por aprender mas y mejor.

–          “Choco choco lala, choco choco tete, choco laa, choco te, chocolate”.– Las palmas en sus posiciones diferentes iban sonando al ritmo del son del chocolate, de esta forma los niños trabajando con su psicomotricidad, despertaban sus sentidos.

Alegría entre niños Birmanos

Ishi & Marc en Moto en Mae SotMarc es un amigo de mis papas, lo conozco desde  hace mucho tiempo, antes de empezar nuestro viaje. Es muy simpático. Un día fuimos a la escuela donde trabaja Marc y nos íbamos a quedar a dormir. Nos quedamos tirados en una subida, pues el coche se calentó, pero otro coche nos ayudo a subir y después ya se soluciono el problema del calentón. Al llegar  nos presentó  a las profesoras y nos enseñó  las clases, las habitaciones donde nos íbamos a quedar a dormir. Era la hora de comer y todo olía a pollo y arroz, yo tenía muchísima hambre y el pollo estaba delicioso. Después de comer jugué con los niños al bádminton y entonces nos encontramos una mantis y nos pusimos a jugar con ella, pero entonces se fue a un árbol, Le empezamos a tirar piedras, pero seguía en el árbol, entonces se nos ocurrió coger los tirachinas y la matamos a tirachinazos, fuimos un poco brutos. Luego nos fuimos a practicar puntería y después toco la campana e hicimos clase en Birmano, pues la escuela es de niños Birmanos. Se hizo de noche y yo me fui con mis amigos al comedor del colegio donde escalamos por las barandillas del tejado me enseñaron y cogimos toda clase de insectos, arañas, bichos voladores y todo tipo de animales escondidos entre las barandillas del tejado de la escuela.
Ishi con los niños de las Escuela del Km42Hay demasiadas diferencias entre mi escuela y la de Mae Sot, una es que en este país hace tanto calor, que las aulas son abiertas y puedes escuchar todas las clases, otra es que hay niños que viven en la escuela, son niños Birmanos, algunos son huérfanos, la escuela es grande y vienen mas de 400 alumnos cada día. Noa y yo con los niños nos comunicábamos con gestos.
Un día aita dio clase de matemáticas, hicimos los cuadrados mágicos, yo les enseñé juegos tradicionales en español y ellos me enseñaron otros juegos típicos de su país.
Una vez pusimos pintura, bueno agua con barro en nuestras manos y dibujamos el mundo y pusimos nuestras manos en el papel, mostrando como estamos dando la vuelta al mundo. También Rebeca les enseño una bola del mundo, canciones españolas y nos mostro donde esta España y donde esta Myanmar (Birmania). Fue muy divertido quedarnos a dormir en la escuela, Dormimos en la escuela con edredón y nos cubría una gran mosquitera, se oían muchos ruidos durante la noche.
                                                                                                Ishi Cabello Iglesias

           

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