Una de las visiones que recuerdo al entrar a la ciudad, fue la carretera que costea el Océano Pacifico, que belleza, entre la neblina que se forma con cada atardecer descubres los edificios que bordean esa capa azul hermosa y llena de vida.  Y llegamos a Lima, capital de la República de Perú, situada en la costa central del país, a orillas de ese hermoso y bravo océano Pacifico, la ciudad es una gran urbe, extensa y poblada. Esta flanqueada por un desierto costero y se extiende sobre los valles donde fluyen  los ríos Chillon, Rimac y Lurin.

Llegamos a una nueva dirección, en San Isidro, esta vez nos alojábamos en casa de Daniel, que ya solo por tener el mismo nombre de mi hermano me daba que nos íbamos a entender la mar de bien. Salió del trabajo un momentito, para atendernos y dejarnos bien instalados en su apartamento. Daniel es un chico joven, atento y con el que es muy fácil convivir.  Como bien dice él en su perfil de “couchsurfing” a la hora de realizar su descripción personal, la cual al leerla  me pareció de lo mas graciosa:

–       Detesto estas cajitas de texto .¿Realmente planean que ponga «todo acerca de mí»? .- Daniel lo escribía en uno de los recuadros de su perfil, lo cual para mi ya dice mucho de su encanto.

Daniel regreso a su trabajo, y allí estábamos por fin en un apartamento de la capital peruana.

Supongo que habrá de todo, como en todos los lugares en que la ciudad va creciendo y se hace cada vez mayor. Supongo que habrá quien diga que Lima no tiene nada, que no se puede respirar entre ese trafico, ese ajetreo, pero nuestra familia vibro en sintonía con la metrópolis.

El Ceviche, un plato de lo más especial

El gusto del ceviche es de lo más especial, es uno de mis platos preferidos, sobretodo si lo preparan con mucho limón y sin cilantro. El cilantro es una hierba con un sabor muy fuerte con el que acostumbran a marinarlo junto con el limón. Ellos lo adoran, pero en mi opinión no deja apreciar de verdad al gustoso marisco. Conseguimos la mayoría de las veces que lo realizasen a nuestro gusto. Nos gusto tanto que creamos la oda al ceviche.

Se deshace delicioso, entre tus dientes

El sabroso marisco recién salido del mar

El sabor al océano pacifico, gran manto azulado

Un aroma de limón entre verduritas picadas

Desprende fuerza, bravura, todo marinado

Gastronomía compartida entre ciudades

Cada cual con su sabrosa y secreta receta

Y en su sabor nos muestran escondida su cultura

No se porque no conseguimos ninguna receta pero seguro que alguno de vosotros podría compartirla y aportarnos su secreto para poder seguir disfrutando de este plato en cuanto salgamos de la ruta del ceviche, el cual encuentras por toda la costa pacifica en sus distintas maneras de condimentar.

Recogiendo flores en el encantador Barrio de Miraflores

El encanto de Miraflores puede sorprenderte desde sus espectaculares vistas al Océano Pacifico, observando la puesta de sol desde el acantilado, donde a lo lejos se ven las figuras como pingüinos sobre el mar, en sus tablas, esperando a la siguiente ola para poder surfear. Las calles en Miraflores están ordenadas, los edificios modernos destacan elegantes. Hay infinidad de restaurantes, donde poder almorzar y degustar la gustosa gastronomía peruana. Sabiendo eso si, que en ese barrio encontraras los precios mas caros del lugar.

Recorrimos toda la ruta de los acantilados, por el malecón de la reserva y el malecón Armendariz. Paseando, descubrimos el Centro Comercial Larcomar situado en el mismo acantilado y con unas vistas fabulosas, por supuesto dimos con el parque infantil donde Ishi y Noa se integraron con los niños del lugar. Seguimos nuestro paseo, llegando al Parque del Amor donde descubrimos una figura enorme de un hombre y una mujer tallada en piedra, que abrazados se besan con pasión. Ishi se quedó intrigado con unos chicos jóvenes que practicaban “slackline”, tan absorto estaba mirándoles que le invitaron a practicar con ellos. El slackline es un deporte de equilibrio que seguro ya habréis visto alguna vez, se usa una cinta de nailon que se ancla entre dos puntos, en nuestro caso dos arboles, y se tensa. La cinta es ancha y ligeramente elástica, lo que permite efectuar saltos y movimientos de lo más dinámicos, por ello el niño seguía fascinado con los saltos y “flips”. Un poco más allá encontramos una familia con niños con los que nos relacionamos y pasamos un buen rato. Noa e Ishi se aficionaron a los patines en línea que se iban prestando entre todos los niñ@s. El día había pasado raudo, el atardecer nos saludaba, los niños empezaban a mostrarse cansados y con ganas de regresar a casa donde había prometido prepararles un plato de pasta a la boloñesa.

Homeschooling y las venditas conexiones

La era de Internet te abre un sinfín de posibilidades para comunicarte. Y que delicia poder verse en vivo y en directo a través de skype manteniendo una conversación.   No es lo mismo que tenerlos cara a cara, por supuesto, un encuentro presencial es mucho mas intenso, puesto que los cinco sentidos están bien presentes, pero la posibilidad de verte y escucharte manteniendo una conversación esta muy cerca de la realidad presencial y por supuesto nos hace felices a toda familia cuando tenemos la posibilidad, a pesar de las diferencias horarias de establecer conexiones.

A Ishi a veces le esta costando el tener que estudiar solo, conmigo de profesora, lo cual no es tarea sencilla, pues es muy difícil tanto para mi como para los niños el verme en ambos papeles, pero bueno no nos podemos quejar, digamos que va funcionando. Otro de las circunstancias es que, por supuesto, la relación con sus amigos en la edad de  Ishi es insustituible. La primera conexión mediante skype con la escuela de Ishi y Noa, el colegio Matagalls de Santa Maria de Palautordera, la establecimos en Cuenca en casa de la familia de Becca, Arturo y la pequeña Kesha.

Ishi desde el día anterior estaba de los nervios, tenía unas ganas locas de poder ver a su clase, a sus amig@s, y poder explicarles un sinfín de historias, y echar unas risas. Recuerdo que ese día en el colegio, era muy especial, había nevado en Santa María y no todos los niños habían asistido a clase, así que hicieron una conexión en conjunto, e Ishi al tenerlos delante, se quedó todo serio y medio callado, solo contestaba con monosílabos. Fueron pasando sus diferentes amigos, Arnau, Ariadna, Hugo, Marc, Selena, Victor de quinto…….. Cristina y Montse sus profesoras de tercero, Magda, Silvia, iban desfilando por la pantalla entre sonrisas. Ishi seguía muy vergonzoso. Como suelen hacer las madres, intente resolver conversando un poquito intentando que se relajase, Ángel desde la distancia me decía sabiamente, déjales solos y se le pasará. Finalmente le dejamos solo en la habitación y entonces empezó a fluir. Establecimos quedar cada viernes a sus tres horas coincidiendo con la clase de plástica, y a pesar de que no siempre podemos, pues muchos viernes estamos en marcha, los encuentros se han ido estableciendo, y los días en que suceden hacen a Ishi feliz.

En el centro histórico, el casco antiguo

Cada día visitábamos una zona nueva, y descubríamos las particularidades de Lima y de los peruanos, con los cuales también establecimos una buena relación empática. Y ese día nos sorprendimos aun mas con las combis y sus cobradores, y los apuntadores que aguardan en las esquinas y les van diciendo a los conductores hace cuanto tiempo ha pasado la última combi realizando el mismo trayecto. Las combis son pequeños autobusillos, pero con características muy propias, hay que vivirlo para experimentarlo al menos una vez en la vida.  No pasan desapercibidas pues los cobradores, que no son los conductores, van llamando a cual megáfono incorporado, del cual definitivamente no disponían, y van cantando el recorrido, haciendo subir, achuchar, bajar a los pasajeros y dando el aviso al conductor de que siga en su loca conducción adelante, lo cual da al viaje una sensación de eterna carrera:

–          “Callaoooo,caaaallaaaaoooo” “Arequipaaaaaaa”, “vamos vamos, suba, pasen, corran hacia el final del pasillo, mas juntos, venga, sigan…. “aaaadelante”.– Tiene un cantar muy particular, al principio me resultaba imposible de entender.

–       Señor donde ha dicho que va, nosotros queremos ir al centro.- La pregunta parecía ni escucharla, pero si nos indicó rápidamente que subiésemos.

Finalmente llegamos al centro histórico, el cual estaba repleto de policía uniformada, encasquetada y con escudos de esos que acostumbras a ver cuando hay manifestaciones.

–       Disculpe agente, hay algún problema, seria mejor dejar la visita al centro para otro día.- Ángel pregunto a uno de los policías.

–       No, no creo que vaya a mas, es una manifestación en defensa de los derechos del agua, pero mejor si realizan el recorrido en la dirección contraria de la Plaza de Armas a la Plaza san Martin.- Contestó amable el policía viendo que íbamos con niños.

Seguimos el día tranquilos, sin incidencias y disfrutando del callejeo por el casco antiguo en sus mil posibles recorridos.

Paso a paso por un puente lleno de suspiros

Recorrimos el barrio de Barranco donde los barrancos, puentecitos y escalinatas te sitúan en este barrio de carácter bohemio. Distrito limeño con una enorme tradición, historia, donde las calles se suceden vertiginosas, entre casonas y plazuelas recónditas llenas de poesía y suspiros.

Cruzando el puente de los suspiros puedes reencontrarte con la antigua lima, abrazada a recuerdos y escalinatas, donde Chabuca Granda se inspiró creando una canción en el año 1960 titulada “El Puente de los Suspiros”, y donde los enamorados gozan de encontrarse y disfrutar del silencio y de los secretos que guardan sus corazones.

Barranco esta situado a cinco minutos del distrito de Miraflores, donde finalizamos nuestro recorrido, tras disfrutar en un restaurante cuyo dueño era un valenciano asentado desde hacia años en Lima.  Antichuchos, chicha morada, riquísimos picarones, y obsequio a los niños con una deliciosa fruta llamada lúcuma, con la cual hacen deliciosos jugos y batidos, además de utilizarla para helados. Es una fruta que no se come puesto que su textura interior es harinosa. El simpático camarero bromeaba constantemente con Ishi y Noa acerca de que definitivamente tienen que acabar su platos, si no, no obtendrán el delicioso licuado de lúcuma. Ishi decidió que el pagaba la cuenta y se hizo pasar por su aita con la tarjeta de crédito y el carnet de identidad.

–       ¿Usted sabe que eso es delito?”.- El camarero seguía tomando el pelo a los niños, riéndose de su cara de circunstancia al escuchar la palabra delito.

La tarde, la pasamos en la plaza de armas del distrito de Barranco, donde Ishi y Noa jugaron durante horas con diversos niños. Al atardecer los niños regresaron conmigo en nuestra amada combi y Ángel cautivado con Barranco se acercó hacia el acantilado camino de Miraflores con el fin de sacar fotos del espectacular atardecer.

Jugando entre olivos

Noa, tiene un fondo muy especial, es una niña muy dulce, alegre y sensible. Es una gozada verla realizar cualquier trayecto, dando esos pequeños saltos al caminar, conquistarte con una sonrisa, decirte algo particularmente agradable, sacar de algún apuro a su hermano, al que adora y sigue a todas partes. Recoge flores allí donde va, ofreciéndotelas para que te las coloques en el pelo o para realizar un florero al llegar a casa. Cerca de la casa de Daniel había un paseo lleno de olivos, el recorrido era muy agradable, mas bien como pasear entre varios parques unidos por ese árbol de copa ancha,  tronco grueso y de hojas chiquitas, del que brotan un sinfín de olivas, las cuales siempre logran trasladarme a España.

Fue allí donde conocimos a Deborah y a su hija Monique. La relación entre las niñas fue magnética. Yo estaba sentada en un banco, Ángel estaba en el apartamento organizando el trayecto y poniéndose al día de diferentes emails. Ishi jugaba con un grupo de niñas a voleibol y Noa a mi lado observando a Monique.

–          Mami quiero jugar con esa niña.- Noa toda ojos señalaba hacia unos arboles.

–          Con cual?, con la que esta jugando tu hermano.- Le pregunte.

–          No con esa, la más bonita.- Noa se fué a su encuentro.

Me presenté a Deborah y la conversación fluyó como si  ya nos conociésemos. Existen personas con las que conectas sin mas, y entre las cuatro surgió ese tipo de relación. Durante los días en Lima nos vimos una vez mas, Noa quería llamar a su amiguita, así que nos vimos de nuevo jugando entre los olivos, conocimos a otro grupo de amigas  de Deborah, que como todas las madres teníamos locuras similares que compartir. Los niñ@s jugaron con un conejito blanco que tenía una de ellas como mascota, no le hicieron coletas porque ya dijo basta y se escapo a esconderse entre los matorrales, soplaron pompas de jabón y dejamos  que el tiempo  pasase lento para poder disfrutar de un ratito más.

–          Y los tres cerditos aprendieron que trabajar supone un esfuerzo, pero que todo esfuerzo conlleva una recompensa, en este caso un hogar confortable y seguro. Y aprendieron también que unidos como buenos hermanos eran más felices…. Bueno Noa, Ishi  ahora mandad un gran beso a los abuelitos, a los “aitites” (abuelitos en euskera), un abrazo a los tíos y tías, a tus primos mucho mucho amor, os deseamos unas buenas y dulces noches.- La hora de dormir siempre tiene momentos mágicos en el que los niños se relajan, te explican pequeñas aventuras o te sorprenden con alguna pregunta.

–          Mami porque siempre mandamos mucho amor a nuestra familia y como les llega.– Noa estaba intrigada de como llegaban los besos y abrazos.

–          Bueno cuando piensas en alguien y le mandas amor, este viaja en forma de energía por el cielo entre las estrellas hasta ellos.- Le contesté sin pensármelo dos veces.

–          Ah!!! bueno si funciona así, entonces faltan varios,  les envío un beso a todos mis amig@s de mi clase de Santa María de Palautordera y un abrazo grande a Calixte.- Contesto Noa acordándose de su clase y de su querido profesor.

Y tras la respuesta ambos se quedaron dormidos. Ángel me esperaba para ver una película de video y Daniel había salido a jugar uno de sus incontables partidos de futbol, todo un campeón del balón.

 ¿Pero que es esto?

Nuestra última noche en Lima fue un tanto movida, a pesar de que Daniel ya acostumbrado a los movimientos sísmicos le paso del todo desapercibido en la ducha de su apartamento. Ishi y Noa dormían desde hacia una hora, yo estaba conversando en la cama con Ángel sobre…… la verdad no recuerdo sobre que versaba la conversación. Lo que si recuerdo es el movimiento, suave pero constante durante unos cuantos segundos, que parecían eternos.