Parques Nacionales de Banff y Jasper. Naturaleza salvaje en todo su esplendor

Los parques nacionales de Banff y Jasper concentran los enclaves más impresionantes de las Rocosas canadienses. Declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y uno de los destinos más espectaculares del planeta. Las rutas que puedes seguir son infinitas, conllevan una gran cadena de escenarios en los que disfrutar de sus lagos, ríos, cañones, bosques, glaciares…etc. Podríamos describirlos como una yuxtaposición entre inmensidad de la naturaleza y alegría de vivir con armonía. Rápidamente te ves arropada entre sus brazos, palpando una gran explosión de energía, un gran tesoro natural. Existe un inigualable azul de sus lagos entre montañas, pudiéndote sumergir en sus frescas aguas. Explorando paso a paso una gran calidad forestal, toda una aglutinación de belleza.

Banff National Park (http://www.pc.gc.ca/eng/pn-np/ab/banff/index.aspx

Jasper National Park (http://www.pc.gc.ca/pn-np/ab/jasper/index_e.asp )

Tanto Jasper como Banff son una inspiración. Te ves absorta de ese equilibrio natural. Sus paisajes parecen un recuerdo de cómo nuestras vidas pueden ser, y de cómo el dejarnos llevar de su energía, comprender su armonía o simplemente observar, nos puede hacer ser mejores personas.

La vida salvaje: Será un oso, un ciervo…no es una ardilla

La vida salvaje que habita en dichos parajes: pájaros de diversas especies, ardillas, lobos, alces, ciervos, osos… hacen que en cualquier momento puedas disfrutar de un grato o sorprendente encuentro. Tu imaginación y la densidad de la vegetación hacen que constantemente te creas rodeado y en compañía.

¿Mami pero aquí hay osos?, ¿Y lobos?, ¿Y algún bicho raro..?

Si claro cariño, pero no te preocupes, camina tranquila, disfruta del sendero, observa los colores y escucha todos los sonidos que la habitan.

Sus ojos abiertos de par en par, mirando hacia cualquier recoveco. Estando atenta a cada uno de las melodías que surgían tras el son de sus ligeras pisadas.

¡Tranquila Noa!, decía Ishi con un gran palo en la mano, si se acerca alguno, arggg

Lanzaba el brazo hacia atrás, hacia delante y simulaba luchar con un gran oso gris, zis zas, pum pam.

Noa no tenía claro el internarse en los bosques. Se acercaba a su “aita” (papa), alzando su carita y finalmente, de su mano, decidida se internaba entre la vegetación. Ishi en todo su esplendor se aventuraba imaginando ser un indio tras el rastro de un gran animal.

Me alegra crecer en familia, tener la suerte de disfrutar de este hermoso espectáculo y poder admirarlo juntos.

Asombrosos picnics: alimentándonos bajo un cielo azul y un bosque de lo más verde

Una de las actividades inevitables a realizar diariamente, es ir en busca del supermercado del lugar en que nos alojamos. Por un lado, observas diferencias sustanciales en los artículos que se venden. Te das cuenta de la gran relación que existe entre cultura y gastronomía. Por otro lado, en ciudades tan cosmopolitas como las que por el momento hemos visitado, siempre encuentras estanterías con una gran variedad de productos extranjeros. Variedad necesaria para un gran abanico de  estilos culinarios.

En caso de que estemos conviviendo con alguna familia, nos gusta cocinar con ellos. El ambiente que se crea en una cocina es asombrosamente estimulante, surgen todos los pros y contras que intervienen en cualquier relación. Sale retratado quien se deja llevar fácilmente, el que se adapta a cualquier contratiempo, el inquieto, la que  no puede cocinar, si no está todo en su lugar, el manazas, al cual parece que se le caiga todo más allá del suelo, el perfeccionista, el artista… en fin entre el ajetreo que provoca todo intento de cocinar y compartir un plato, los olores que se desprenden y el compartir una buena receta, el éxito de la actividad está asegurada.

En Banff y Jasper también fue necesario visitar el supermercado, pero en esta ocasión, al alojarnos en hoteles no tuvimos la oportunidad de cocinar, pero si de comprar para preparar infinidad de picnics necesarios para pasar el día de excursión en excursión, investigando y adentrándonos en las maravillosas posibilidades que ofrecían las montañas rocosas.

No sé si estaréis de acuerdo conmigo pero el ir de picnic te devuelve a tu más plena infancia, donde un pequeño snack te resulta el más sabroso de los manjares y donde el preparar un ligero sándwich, compartir unas cuantas frutas y sacar de uno de los bolsillos un paquete de galletas saladas, te parece la actividad más divertida dentro de un sinfín de alternativas posibles a llevar a cabo.

En busca de lavadoras: la ropa sucia se va acumulando

Os puedo asegurar que la naturaleza tiene una doble vertiente: es capaz de llevarle a uno, de sus puntos más álgidos en cuanto a sensación de paz se refiere, pero también conlleva el poder transportarte al peor de tus instintos, variables dependiendo de la persona.

Toda la familia vivimos esa semana entre naturaleza, un sinfín de altos y bajos estados anímicos. Explosiones emocionales de todo tipo, alegría, emoción, euforia, nostalgia, profundidad, amistad, amor….. Rabia, inquietud, inseguridad, desespero… enfados y alianzas iban batallando en un mismo día.

Mientras la ropa sucia se va acumulando, la maleta va perdiendo volumen, pues esta solo contiene ropa limpia y la bolsa donde almacenamos lo sucio, muy sucio o reutilizado ya dos veces, va tomando la consistencia suficiente para pensar en ir en busca de una lavadora.

Es curioso como las pequeñeces del día a día, como es el poner una lavadora, son las que a veces te devuelven a la realidad del momento y te sitúan de nuevo en tu lugar de origen.

¡Socorro! no queda ni una sola muda limpia, Noa se ha vertido la sopa encima, a Ishi no hay por donde cogerlo, cayó en el barrizal. Rebusco entre la bolsa de ropa sucia a ver si puedo reciclar algo, pero me huele todo a rayos. En estos momentos, te das cuenta de lo “señoritinga” que puedes ser a veces, o lo que tu crianza repercute en tu necesidad de higiene. Estas acostumbrado a ducharte a diario, a utilizar desodorante, perfume, cambiarte a diario de ropa, ese grato olor a jaboncito o a ropa limpia.

Ummmm! Qué agradable.

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7 respuestas a Parques Nacionales de Banff y Jasper. Naturaleza salvaje en todo su esplendor

  1. Marc dijo:

    A-L-U-C-I-N-A-N-T-E!!!!!

  2. Josep Manel Bertos dijo:

    La verdad Diana empieza a plantearte la posibilidad de dedicarte a escribir y dejar el la enfermería pediátrica o la enfermería en general… BESAZOS a todos.

  3. MARIA GIMFERRER dijo:

    mmmmmmmmmmm……………..

  4. Espectacular el relato, las fotos, la experiencia que estan viviendo……un placer poder compartirlo desde la distancia!
    Les queria comentar que no se cual sera su plan de viaje, y si tienen pensado pasar por Argentina, pero nosotros estaremos desde el 6 de diciembre hasta el 8 de enero en Argentina, si llegaramos a coincidir con las fechas seria muy lindo poder verlos, les paso mi email para poder estar comunicado por otra via tambien (majopompo@hotmail.com).
    Beso and enjoy!!

  5. ester dijo:

    Gracias por compartir con todos nosotros momentos tan especiales. Bonitas fotos….suerte… compartiendo vuestro viaje hace que muchas personas viajemos con vosotros….GRACIAS.

  6. Rosó Ventura dijo:

    Quina enveja em feu, jo vaig estar aquí fa tres anys i estic recordant molts dels llocs on vaig estar. No deixeu escapar ni un moment dels que esteu vivint junts. Felicitats!!!!

  7. Impressionants els paisatges i magnífics els relats. Felicitats per les fotos: són precioses. La veritat és que se us veu feliços… Que bé!!!! Nosaltres acabem d’arribar d’Argentina, tot just aterrant. Records des del baix Montseny. Us seguirem.

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