Quebec City: Una ciudad llena de encanto

La ciudad de Quebec nos cautivó desde el mismo momento que bajamos al andén. Nos parecía haber regresado a Europa, segura, sencilla, cálida, un lugar de ensueño sobre el rio San Lorenzo. Lo tiene todo para encandilar. Posee un pasado de gran riqueza cultural. Su patrimonio arquitectónico nos fue transmitiendo los grandes acontecimientos que tuvieron lugar entre sus paredes, descubriendo la cuna de la civilización francesa en América del Norte.

De todas formas lo que nos dejo más maravillados fueron sus habitantes, llenos de una pasión desbordante. Conocimos a Sylvie y Libardo a la media hora de llegar a Quebec. Nos recibieron, literalmente, con las puertas abiertas. No tuvimos ni que tocar el timbre. Al escuchar nuestras voces, cuando todavía estábamos decidiendo si era ese o no el número de su casa, Libardo salió a nuestro encuentro diciendo, con manos abiertas, “os esperábamos”. De su piso, situado en pleno centro de Quebec, se desprendía un dulce olor a pastelitos recién horneados.

Libardo y Sylvie son una pareja muy peculiar: divertidos, muy diferentes, cada uno en su estilo propio,  el Colombiano, ella Quebequense.  Amenizaron cada uno de nuestros días. Libardo con carácter abierto y tremendamente social. Sylvie dotada de gran dulzura y una timidez apenas perceptible. En su casa funciona un lema, que hemos tomado como parte de nuestro  viaje, y que dice así:  “En esta familia no existen los problemas solo hay soluciones”. Lo cual no quiere decir que echen la vista atrás a los inconvenientes, sino que con creatividad y su buen hacer, intentan dar remiendo a cualquier descosido.

Cualquier ocasión era buena para compartir pequeños momentos de placer. Como buen colombiano tenían un café exquisito. Que sería la vida sin ese delicioso brebaje amargo, sin ese aroma que invade la cocina por las mañanas, sin ese gran aliado que te hace despertar  con buen humor.

Sylvie trabaja como trabajadora social, pero tenía pendiente unas horas en el mercado del Vieux Port (El Viejo Puerto), en un puesto, dedicado a delicados frutos secos, chocolates y tartas. Nos propuso pasar por el puestecito y disfrutar de un sábado de mercado. Fue gracioso ver a Ishi, de dependiente a su lado. No os he contado, que Sylvie puede conversar un fluido castellano, con una graciosa melodía entre francés y colombiano. Ishi disfruto despachando varios clientes, y como padres reíamos viendo como se desenvolvía en su nueva aventura.

Moulin à images: Manifestación cultural

Esa misma tarde, finalizamos la cena dando un paseo y disfrutando de un sabroso helado en el “Tutto Gelato”,   para llegar al muelle del viejo puerto, donde desde el verano de 2008 se presenta, sobre 600 metros de bodegas de grano del puerto de Quebec, una proyección en formato IMAX 3D producida e interpretada por Robert Lepage denominada “Le moulin à images”

(http://www.quebecregion.com/en/what_to_do/ideas/image_mill?a=vis)

Sentados sobre los tablones del muelle, las imágenes acompañadas de música, nos transportaron a través de cuatro siglos de historia de la ciudad. La proyección es asombrosa, al menos para el espectador que la observa por primera vez. Por un lado, la magnitud de la proyección te enmudece, por otro la belleza de un espectáculo a cielo descubierto te abstrae, sintiendo como tus sentidos perciben música e imágenes, finamente organizadas en un fluir constante de belleza cultural. Descubrimos la fascinante historia de la ciudad de Quebec, con sus controversias, agitaciones, sus grandes momentos políticos y populares.

Noa e Ishi, finalmente acabaron rendidos entre nuestros brazos antes de finalizar el evento. Recuerdo pensar, al regresar y no poder despertar a Noa, lo corto que nos pareció el paseo a la ida y lo cuesta arriba que se nos hizo la vuelta, con la niña en brazos.

Cirque du Soleil: Espectáculo desbordante de luz y plasticidad

Habíamos pasado el día callejeando. Por la mañana, disfrutamos de una biblioteca muy particular. Anteriormente había sido una iglesia. En sus ventanales, relucían coloridas vidrieras.  Unos cuantos deberes y a seguir descubriendo los barrios de Saint Jean-Baptiste y Vieux Quebec, que rebosan de actividad. Tiendas de arte y artesanía, numerosos restaurantes y bares. Da gusto pasear por Quebec y perderte entre su gente. Cuatro figuras, aita, mami, Ishi y Noa cogidos de la mano en busca de otro helado. Día caluroso.

Habíamos acordado esta vez, que tendríamos nosotros la cena preparada. Libardo regreso del trabajo antes de lo previsto y se unió al equipo de cocina tras abrir una botellita de vino tinto. Poco a poco las tortillas de calabacín y patata fueron tomando forma. Un poco de música quebequa, otro poco de colombiana, algo de movimiento y para cuando Sylvie regresó, la cena ya estaba lista.

En Quebec, el Cirque du soleil (http://www.cirquedusoleil.com) realiza espectáculos gratuitos al aire libre, financiados por el ayuntamiento de Quebec, con el fin de promocionar la cultura. Esa noche disfrutamos de una de sus actuaciones. Libardo nos acompaño hacia la entrada, las puertas se abrieron y bajo el puente empezó la magia. El encuentro de lo creíble con lo increíble, la asombrosa relación entre alegría y tristeza iban asomando, el manifiesto de la fragilidad, de la belleza frente a la desbordante fuerza y energía de esos gráciles saltos en el aire. Las luces, el fuego, las voces sonoras, el payaso, el no payaso, mostrando una gran humanidad que solo a veces dejamos ver. Todo ello a pesar de la noche, a pesar del largo caminar, a pesar de la hora, no dejo que los ojos de los niños sucumbiesen otra vez al sueño. Fue un día precioso.

Vieux Quebec, Marche du Vieux Port, Citadelle

Paseando por la Citadelle y con el privilegio de contar con una gran guía turística, finalmente conocimos a Julie y su pequeña Chloe, quien realmente fue nuestro contacto inicial en Quebec.

Julie mantuvo constante correo con Ángel previo a nuestra salida de España, organizando cada detalle para que nuestra estancia en Quebec fuera del todo inolvidable. Julie trabaja con Libardo, y fue ella quien comento a Libardo la posibilidad de alojarnos en su casa. Asi mismo, fue ella quien propuso a su tía Violette que pasáramos unos días en la Île d’Orleans, donde reside y contactar con el “Summer Camp” de la Isla.

Por todo ello, mil gracias Julie por mostrarnos un poquito más de este mundo. No puedo redactar cada detalle, cada anécdota, pero realmente han sido unos días inolvidables.

Esa cena en vuestra casa,  el conocer a tu tía Violette, a Marc, a la dulce Chloe, que ante todo, tiene un apetito espectacular, a Sylvie, Libardo y Alida. El compartir experiencias,  el poder saborear un poquito de Quebec y el calor de su gente. Esperamos que os animéis visitando España a nuestro regreso. Siempre habrá un huequito en nuestro hogar para cada uno de vosotros.

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Una respuesta a Quebec City: Una ciudad llena de encanto

  1. valentin dijo:

    muchas felicidades en el dia de tu cumpleaños para NOA de amama y aitite

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