Paraty y el túnel del tiempo

La lluvia era torrencial, tomamos un taxi tras el trayecto en autobús desde Rio. Un día lluvioso, se escuchaba el “wiggle waggle, wing, wing, wang” del limpiaparabrisas deslizándose por el cristal del coche, por mucha velocidad con que se moviesen, las gotas de lluvia repoblaban rápidamente el lugar sin dejar mucha claridad con la que orientarse. Finalmente, llegamos al hotel pero estaba cerrado. Era una de esas pocas veces que no habíamos reservado de antemano, así que empapados, regresamos de nuevo al taxi. El taxista nos llevó a un hotelito que conocía y que disponían de una habitación triple. Cuando dormíamos la tormenta persistía resonando sobre el tejado. Nos levantamos como nuevos y con un apetito atroz.

El pasear por Paraty te transporta en el túnel del tiempo. Una preciosa ciudad colonial, calles empedradas, donde se hace difícil el dar pasos firmes, más bien vas tanteando constantemente el suelo. Mantiene un hermoso colorido, donde los blancos y los  tonos pastel se acentúan con otros más intensos, mantiene un gran encanto arquitectónico rodeado de naturaleza. En el centro histórico el trafico de coches esta prohibido, lo que contribuye a poder disfrutar de la ciudad con mucha mas libertad, y la imaginación te da pie a situarte en una época anterior y saborear el Brasil de antaño. Paraty fue fundada en el año 1667,  de gran importancia económica por sus plantaciones de café y caña de azúcar, sinónimo de buen aguardiente, y por ser puerto en la ruta del oro y piedras preciosas que embarcaban hacia Portugal. No obstante, en el siglo XVIII, debido al continuo ataque de piratas que se refugiaban en las playas cercanas a Paraty, se decidió cambiar la ruta, decisión que afecto a Paraty, llevando a la ciudad a un gran aislamiento económico.

–          Entonces es verdad que había piratas de los de verdad aita, vaya chulada no!.- Ishi tiene idealizado el concepto de los piratas, le era difícil verlos únicamente como aquellos que asaltaban los barcos con el fin de llevarse el botín.

–          Bueno, digamos que los piratas no aportaron muchos beneficios a Paraty.– Ángel explicaba la historia tal y como le habían explicado algunos de los lugareños de la zona.

“Erase que se era hace muchos, muchos años, los piratas surcaban estas aguas….” Mientras Ángel seguía la historia, Ishi y Noa se imaginaban yendo en un gran velero, surcando los mares en busca de un gran tesoro.

En el ambiente se respiraba un olor que me transportó a mi niñez, cuando en Semana Santa se juntaban todas las palmas, mías y de mis hermanos, la casa quedaba invadida de un olor muy especial, el que se desprendía de las hojas de palma. Un hombre con unas gafas oscuras se acercó a nosotros y nos mostró como con hojas de palma podía realizar diferentes creaciones, un saltamontes para Ishi, una flor para que Noa regalase a su mama, conversando iba seduciendo a los niños. Ágil y diestro con sus manos, nos confesó que tenía un problema en la vista y le tendrían que operar de ambos ojos, con uno todavía se defendía pero con el ojo derecho ya no veía nada. Nos dejó de lo más sorprendidos, nunca lo hubiera imaginado con la habilidad con que entretejía y cortaba las hojas de palma. Seguimos conversando, pasando de un tema a otro.

–          Es hermoso lo que hacen con sus hijos, ya me gustaría poder ir con ustedes, pero ahora lo importante en estos momentos para mi es recuperar mi vista. Bueno chicos ya han aprendido como realizar la flor.- El hombre intentó mostrar a los niños tal y como él había aprendido de niño.

–          Muchas gracias por todo, mucha suerte con la intervención, guardaremos de recuerdo el saltamontes y la flor.- Seguimos camino buscando un lugar donde comer.

Una familia de ocho

A unos 9 km del centro de Paraty, se encuentra un pueblito rural llamado Coriscão. La línea de buses a pesar de no ser muy frecuente funciona de maravilla, allí íbamos intentando saber donde debíamos bajar, las instrucciones que Chrisna y Amaru nos habían dado  no parecían tener grandes complicaciones, pero al sugerir al autobusero que nos avisase al llegar a la parada, nos contestó que no sabia exactamente donde debía dejarnos. El murmullo en el autobús empezó del más bajito susurro hasta la consulta directa y en voz alta.

–          ¿älguien daqui conhece a família Chrisna y Amaru?.- El autobusero girándose hacia los pasajeros vocifero en voz alta, los pasajeros empezaron a conversar entre ellos y en un pim pam mas o menos sabíamos donde teníamos que bajarnos.

–          Bueno esto es tremendo, si que es un pueblo chiquito, parece todos se conocen, “obrigado, obrigado”, gracias.- La gente nos miraba sonriendo, satisfechos por ayudarnos.

Chrisna y los niños nos esperaban en la parada, así que no había duda, habíamos llegado a buen puerto, las maletas siempre presentes, Ishi y Noa con su habitual energía propia de los días en que viajamos y que tenemos que conocer a una nueva familia, es decir un tanto alterados. Su casa estaba justo frente la parada, el lugar era precioso, destacaba el verde en un amplio terreno, rodeado de vegetación y arboles donde los niños se pasaban el día escalando en sus juegos. Un caminito dibujado con arena te acercaba a la entrada de su casa y otro te llevaba a una casa más pequeña que utilizaban como casa de huéspedes. En esa confortable casita nos alojamos de lo mas alegres durante esos días, a pesar de que la mayor parte del tiempo la pasamos, o paseando por los alrededores o en  compañía los nuevos amigos. Cuatro adultos, cuatro niños, una sonora y alborotada familia de ocho. La verdad es que fue delicioso pasar esos días con esta cálida familia. Pasaron rápido, más bien fugaces, los niños jugaron juntos como si fueran amigos de toda la vida, compartiendo bellos momentos, las dos familias se vieron envueltas en una mágica atmosfera que encontramos en ese nuevo hogar llamado Coriscão.

Unas clases magistrales de ajedrez

Amaro es un apasionado del ajedrez, en realidad diría un apasionado de la vida. Ese hombre siempre estaba en movimiento, se le veía pensando en varios temas a la vez, un sabio de aquellos que tiene fama de despistados, pero que el despiste solo se dirige a aquello que el no considera vital. Por las mañanas entrenaba y mostraba a sus hijos el arte del juego en ajedrez, y el ambiente de la casa se transformaba. Caena y Kelly de 10 años se colocaban delante de la pantalla mediante el programa “chess master” o bien frente al tablero de ajedrez mostrando diferentes tácticas en el movimiento de las fichas. Era una gozada ver como cada uno de ellos disfrutaba, el silencio se sucedía en cada avance o retroceso, las caras de concentración, miradas atentas, alguna palabra ligada al juego, algún reproche de alguno de los niños en ese aprender a perder mediante el juego y la sucesión de partidas una tras otra hasta que llegaba el momento de poner fin y pasar a otra actividad, almorzar y prepararse antes de ir al colegio.

Ishi también es un forofo del ajedrez, en general, los juegos de mesa le suelen atraer, y este es uno de ellos. Llevaba días sabiendo que la siguiente familia que conoceríamos vivían un niño y una niña de su edad y que su papa les enseñaba a jugar a ajedrez, así que llevaba días esperando ansioso de ponerse junto a ellos y recibir unas clases magistrales. Claro que fueron en portugués, otro poquito en ingles, alguna palabra en español y el lenguaje corporal que lo soluciona todo. Y quedó encantado, en ese juego que une a cualquier niño pero que tiene la capacidad de proyectar al adulto de la misma forma. Así que, la cohesión de las dos familias fue viento en popa y a toda vela, los días pasaron hermosos, con un sinfín de anécdotas, aventuras, conversaciones compartidas, en esa ilusión por hacer que cualquier momento se transforme en algo especial.

Compartiendo experiencias con colegios varios

Chrisna y Amaro trabajan como profesores, sus horarios son diferentes, así combinan perfectamente el cuidado de sus hijos. Christa es una mujer fascinante, decidida, de aquellas personas que saben ponerse en el lugar del otro anticipándose a tus necesidades antes siquiera que tú sientas que te falta algo. Desde que nos escribimos se movilizo, para que pudiésemos visitar dos colegios de primaria, uno en Paraty, al que van sus hijos y otro ubicado en Coriscão, el pueblito rural donde viven.

Colegio Plante (Paraty – Brasil) ( www.colegioplante.com.br)

Cogimos el autobús en el horario de entrada a la escuela, así que iba lleno de niños vestidos en sus diferentes uniformes escolares. Chrisna nos esperaba en la parada cerca del colegio para presentarnos al equipo directivo. Tres mujeres de lo mas agradables a las que explicamos nuestro proyecto y la idea de trasmitir a los niños el viaje que estábamos haciendo con nuestro hijos. Nos reunimos en una pequeña salita, Chrisna se fue a trabajar y los niños a sus respectivas clases. Ishi se incorporó a la misma clase de Caena y Kelly.  El colegio Plante es una de las escuelas más grandes, respetadas y particulares en Paraty.

Nos fueron mostrando su escuela, pasando por las diferentes clases, conversando con los alumnos, haciendo especial hincapié en la clase de Kelly y  Caena, donde intercambiamos diversas anécdotas: la de nuestra familia y esta vuelta al mundo, la forma de aprender viajando, lo positivo, lo que se añora de no formar parte de una clase. Ishi habló de su clase en Santa María de Palautordera y explicó algunos juegos típicos españoles, dándose cuenta que en algunos solo cambiaba el nombre. Las preguntas iban surgiendo de la forma más inesperada.

–          Eu quis perguntar, ummmm! ¿como é que as crianças são tão loiras se o Papa é assim tão marrom?. “Yo quisiera preguntar, ummm! ¿Cómo es que sus niños son tan rubios y su papa es tan moreno?.- Uno de los niños nos hizo la pregunta del millón y las risas empezaron a inundar el aula.

–          Yo diría que la genética en este caso ha jugado un papel importante.- Contestó riendo una de las profesoras

Capoeira y el ritmo africano

El timbre tocó, finalizada la charla, nos esperaba una clase de capoeira, donde nos familiarizamos con la importancia de este arte en la cultura brasileña, siendo patrimonio de esta. La mezcla de arte y lucha se practica al son de instrumentos con una música que te transporta a África, el berimbau, la pandereta, el atabaque. Es la síntesis de movimientos y gestos corporales de las culturas africanas que, durante los últimos tres siglos ha formado parte del cotidiano urbano nacional brasileño.

Capoeira es lucha de bailarines. Es danza de gladiadores. Es duelo de camaradas. Es juego, es bailado, es disputa, simbiosis perfecta de fuerza y ritmo, poesía y agilidad. Única en que los movimientos son comandados por la música y por el canto. La sumisión de la fuerza al ritmo. De la violencia a la melodía. La sublimación de los antagonismos. En la capoeira, los contenedores no son adversarios, son camaradas. No luchan, fingen luchar. Buscan  genialmente dar  la visión artística de un combate. Por encima del espíritu de competición, hay en ellos un sentido de belleza. Lo capoeira es un artista y un atleta, un jugador y un poeta.  
Gomes ( s.d, p.2)

La clase empezó a danzar al son del berimbau, instrumento de cuerda parecido a un arco musical, que emitía un sonido apasionante. Ishi ya formaba parte del grupo imitando sus movimientos, en un baile que sientes de inicio a fin. Cabriolas en el aire, cuerpo a cuerpo, agilidad y destreza. Su profesor, un joven brasileño que ama este arte, nos explicó como sentía la capoeira y lo que implicaba practicarla como parte de la educación desde la infancia.

Finalmente, la jornada escolar finalizaba, el ultimo timbre nos recordó lo rápido que había pasado el tiempo. Chrisna pasó a recoger a sus hijos, todavía nos quedaba una última reunión con los profesores que querían charlar sobre nuestra experiencia familiar. Ishi y Noa ya estaban deseosos de regresar a casa junto con sus amigos, así que se fueron acompañados de Chrisna hacia casa, mientras nosotros nos quedábamos conversando con el grupo de profes que había montado un pequeño tentempié.

Escola Municipal María Jácome de Mello (Corisco, Paraty – Brasil)

También, a través de Chrisna, pudimos conocer otra realidad. Una pequeña escuela ubicada en el barrio de Corisco que forma parte del sistema público de educación en Brasil, donde los recursos tanto materiales como humanos son más limitados. Pero donde el querer de los profesores hace del lugar una escuela muy cálida donde los niños sienten con orgullo formar parte de ella.

Los “meninos” que asisten a la escuela, muchas veces no se han movido prácticamente de Corisco, y los profesores han montado un programa donde conocer las diferentes realidades culturales de su comarca forma parte de la educación que reciben. De esta forma en sus excursiones, trabajan  los aspectos culturales de las diferentes zonas, realizando posteriormente, manualidades, poesías, canciones donde quedan reflejados esencias propias de su país Brasil y de su gente los brasileños que la viven.

Hino do município de Paraty

Paraty cidade a beira mar
Meu cantinho adorado
Tens o céu bordado de estrelas
És tu Paraty amado.

Um leito de cetim feito de rosas
Um belo pedacinho do Brasil
Paraty, oh minha terra
És linda como um céu de anil.

Letra por Aldmar Gomes Duarte Coelho
Melodia por Benedito das Flores

Un baño en la poza “Poço de Lage”

El día amaneció de lo más soleado, cualquier prenda de ropa por ligera que fuera parecía sobrar, hasta los niños estaban ese día mas aletargados, sentados al pie de un árbol, disfrutando de su sombra. Alguna vez nos han alquilado la casa donde os alojáis un grupo de indios, con el fin de realizar un retiro espiritual, nos comentaba Chrisna. Esa esquina es la que suelen utilizar para meditar. Antes de meditar suelen tomar unas semillas, luego se colocan en posición, la columna vertebral bien recta, los hombros hacia atrás y relajados, su cabeza ligeramente hacia adelante, bajan la barbilla ligeramente, los ojos entornados y sus manos en el regazo. Se siente mucha paz cuando los ves en tu jardín tan relajados.

–          Que calor que hace aita, ¿no podríamos ir a bañarnos cerca del rio?.- Ishi insistía en darse un baño y refrescarse.

–          ¿Mami como hace el sol para darnos siempre tanto calor?, porque el debe estar ardiendo, ¿no le gustaría también refrescarse como nosotros?.- Noa no cesaba en sus preguntas, en su constante querer saber más y entender como funciona este mundo.

Nos sugirieron ir a una poza realizando una pequeña excursión cerca de la casa. No nos lo pensamos dos veces, todos teníamos ganas de un baño. El lugar parecía escondido tras un caminito, el agua se escuchaba descender por el cauce del rio. En el medio de la poza había una gran roca en forma de ballena, luciendo boca y ojos, ¡hola señora ballena!. Habían colgado una cuerda atada a un gran tronco de un árbol. La tarde desapareció entre chapuzones, risas y juegos en el agua. Por fin olvidamos el calor que reinaba, iba oscureciendo cuando nos dimos un último baño antes de regresar a casa. Ishi y Noa tenían hambre y muchas ganas de jugar con  Caena y Kelly.

Un rico pastel de verduras y unas empanadillas de atún y huevo

Noa es una enamorada de la vida, cualquier cosa le atrae y fascina al mismo tiempo. Sus carcajadas son una gozada para los oídos, como un cascabeleo que te llena de felicidad, me sigue a todas partes, me persigue allá donde voy, y aunque juegue con los niños, yo creo que a la que oye mi presencia en movimiento, tiene como un doble sentido y sabe que algo va a suceder en pocos minutos. Dejó de saltar a la comba con el resto del grupo y me dió un gran abrazo.

–          ¿Mami, que haces?, ¿Puedo ayudarte?, hoy te toca cocinar a ti verdad.- Noa me miraba zalamera.

–          Si Noa, ¿Me ayudas a hacer un pastel de verduras, unas empanadillas de atún y una ensalada?.- Sabia que su respuesta seria positiva, se muere por cocinar, o mas bien le encanta todo lo que conlleve los verbos amasar, revolver, recortar, adornar…

Y seguimos con la infinidad de verbos que puedes utilizar mientras cocinas. Lavamos y cortamos las verduritas, hicimos un sofrito con ellas, cascamos los huevos, amasamos la masa donde verter el sofrito, lo pintamos con huevo batido, espolvoreamos una pizca de queso sobre la masa y poco a poco, todo aquel mejunje fue tomando forma de pastel. Los olores empezaban a despuntar tanto en la cocina como en el comedor. Los cacharros, como siempre que cocino junto con Noa también destacaban en una pila, hora del primer fregoteo. Es parte de la  fiesta, mojar, limpiar, remojar, enjabonar, aclarar y  secar. De nuevo la cocina reluciente, en ese olor a jabón, segundo turno para las empanadillas de atún y huevo.

–          Jo mami, esto es muy divertido, que rico, me dejas a mi sola cortar el huevito y poner el atún.- Noa iba danzando de un lado a otro, cortando un trozo de huevo duro y poniéndoselo en la boca.

–          Si Noa, yo te dejo, pero cuidado con el cuchillo, pues este corta un poco mas, todo bien pequeñito, y muy importante, si quieres que al final comamos empanadillas deja de zamparte su relleno.- Yo me reía viéndola disfrutar, a pesar que cuando esta ella, todo es mucho mas lento, y todo queda con un desorden muy característico propio de las manitas de mi hija.

El horno estaba caliente, a punto para que las empanadillas se dorasen hasta su punto óptimo. Y ahora si que el olor en la casa era tal que las glándulas salivares empezaban a trabajar sin previo aviso, casi era la hora de la cena. Al día siguiente partíamos de nuevo hacia Sao Paolo.

Recuerdo a la mañana siguiente, al simpático Caena subido a un árbol atado a una cuerda, a Kelly con su locura característica, unas trenzas recogiendo su pelo y una manita diciendo adiós, Ángel conversando con Amaro en su trajinar acompañándonos a pie de puerta hasta que llegase el bus que nos llevaría a la estación de autobuses en Paraty, Ishi con la mochila detrás de la espalda y Noa estirada sobre las mochilas. Chrisna nos despidió en Paraty, utilizando los minutos que le daban para almorzar y acercarse a la estación en su bicicleta.

Habíamos estado tan a gusto con esta familia que daba pena partir, pero como siempre recordé las palabras de Franc, un gran amigo mio, “los amigos son en cuanto los vives como tal, no los pierdes en el camino al alejarte de ellos, y si no los ves mas, no implican que no hayan sido amigos, lo fueron, ahí están y como decía el filosofo: me quedé con su música”.

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6 respuestas a Paraty y el túnel del tiempo

  1. Marc dijo:

    Ishi, cuando nos veamos quiero una demostración de capoeira! 😉

  2. kiku dijo:

    casi un año que no nos vemos. Sólo con leer lo que nos contáis ya nos enriquece … ni pensar lo que debéis estar aprendiendo, sobretodo los niños. Saludos desde Palau.

  3. Esta família deixou lembranças, saudades e boas energias!!!

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